Los vicios del PRD mexiquense

El PRD cumplió un cuarto de siglo en la política nacional, aún es joven -muchachón, se podría decir-; no le llega a los tamaños de un dinosaurio como el PRI, pero aún no deja de ser un soñador y creer que tiene «el arrastre» político y la credibilidad ciudadana.

Pero no, el PRD es un partido sumamente dividido, infiltrado por la delincuencia organizada, con fracasos en algunos de sus gobiernos y ha decepcionado a muchos ciudadanos que han confiado en este instituto político.

Carece de filtros para evitar que se le cuelen personajes siniestros que sólo buscan el beneficio personal o de grupos delincuenciales. Acepta a todos los que quieran ingresar -buenos, malos, criminales- pese a los riesgos y de que pueden verse involucrados en verdaderos escándalos políticos con costos altos.

Tan sólo un caso: Valle de Chalco, donde gobierna un priísta con la sombra amarilla, pero cuya administración es una de las peores en las últimas dos décadas.

Ahí, el alcalde Jesús Sánchez Isidoro viola todo lo que supuestamente defiende el PRD. Reduce al 50 por ciento el salario de los trabajadores, los mantiene con sueldos de 800 a mil pesos quincenales, mientras que a sus familiares y amigos con sueldos arriba de 30 mil pesos.

No hay obra pública, ni gestiones administrativas, mucho menos seguridad.

En sí, el gobierno perredista de Valle de Chalco va en picada y la percepción política es que el PRI va a recuperar esa silla municipal con mucha facilidad.

Pero Juan Hugo de la Rosa García, líder estatal presume de que en las elecciones del 2015 mantendrán el poder en Valle de Chalco ¿Cómo le preguntó?

La administración de Valle de Chalco está infiltrada por el crimen organizado, sólo recuerde la agresión que tuvo el director del deporte, Jaime Rivero Cadena, en febrero de este año, por dos sujetos que iban en una moto y que «cazaron» al funcionario municipal por calles del municipio de Chalco.

Afortunadamente, Jaime Rivero sobrevivió al atentado y se recupera, pero en ese atentado se ve el sello del crimen organizado.

Pero ese sólo es un caso, hay más de fondo que no quieren ver los dirigentes estatales del PRD y siguen en sus sueños guajiros, de mantenerse en el poder en Valle de Chalco.

Sin embargo, basta también ver lo que ocurre en Chalco, donde un personaje controla dos regidurías del PRD, donde tiene a su esposa y a su concuño; además, de «coquetear» abiertamente con Morena, para dar el brinco en cualquier momento y estar al lado del «Mesías» Andrés Manuel López Obrador, según las circunstancias políticas.

Ahí esta el caso de Heriberto Abaunza Vázquez, un conocido porro de Nezahualcóyotl, allegado al diputado local del PRI, Héctor Pedroza -uno de los aspirantes al gobierno municipal en el 2015-, quien al principio de la administración del alcalde Juan Zepeda Hernández «tiroteaba» al gobierno municipal para conseguir plazas como «aviadores».

En dos ocasiones causaron disturbios juveniles en la explanada del palacio municipal de Nezahualcóyotl, acusando a Juan Zepeda de «represor», incluso sostuvieron una campaña de desprestigio en contra del alcalde perredista, todo para presionar al gobierno local para estar en la nómina.

Sin embargo, de un momento a otro, Heriberto Abaunza cambia de estrategia y tal vez para estar incluido en la nómina -tal vez, repito-, se convierte en un «santo perredista» y se toma la foto con Juan Hugo de la Rosa García.

No sabemos si Heriberto Abaunza va como «caballito de Troya» para estar dentro del PRD, pero a favor del PRI o si realmente va a hacer trabajo a favor del partido amarillo. Pero llama la atención sus antecedentes políticos más recientes.

Así está el PRD mexiquense, hay cosas peores pero van a salir poco a poco.