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MÉXICO, D.F., 12 de agosto de 2014.- Además del derroche de recursos, la ebriedad y los bailes subidos de tono, la fiesta panista de Puerto Vallarta incluía invitados conocidos por sus nexos con lo más granado de la delincuencia organizada, revela este martes el diario Reporte Índigo.
Y es que mientras los panistas acariciaban a las hermosas mujeres que les financió la hacienda pública, sentado en la lujosa mansión aparece Edelmiro Sánchez Hernández, que en 2004 fue detenido en Nuevo León por transportar 87 kilos de marihuana en su camioneta, además de que ha sido implicado en el crimen del diputado local de Nuevo León, Hernán Belden, cometido el 7 de septiembre de 2012.
Del cargo de narcotráfico, Sánchez Hernández salió libre porque sospechosamente su chofer cargó con toda la culpa del cargamento, precisa Reporte Índigo, pero en la averiguación ministerial por el asesinato del diputado albiazul Hernán Belden, todavía aparece como el último hombre que citó y habló con el legislador, antes de ser levantado y asesinado en la Huasteca, hace dos años.
La familiaridad del presunto delincuente es tal que se le ve sonriente, platicando con los diputados Martín López, de Nuevo León, y Jorge Iván Villalobos, legislador por Sinaloa y vicecoordinador de la fracción panista, y bromea por la manera en que el panista Martín López, desliza su mano sobre los glúteos de una de las bailarinas.
Primero, este oscuro personaje recibe de sus empleados un paquete de condones que muestra a López, señala el reportaje que exhibe la elástica moral de los panistas, y luego, cuando pasa una chica, el diputado de Nuevo León toca con su mano los glúteos de la bailarina, a lo que Edelmiro responde con una sonrisa e imita el movimiento de la mano de López, simulando un exceso de delicadeza por parte del legislador neolonés, refiere el texto.
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