Balazos en el pie
“Me dio la nostalgia”, “Siento nostalgia” o “Amanecí nostálgico”, son frases que todos en algún momento de nuestra vida hemos expresado, cuando se recuerda a un ser querido que ya no está, ya sea porque partió de este mundo o porque simplemente se terminó esa relación; también se siente nostalgia por algunas circunstancias que ya no están en el presente y que a veces quisiéramos seguir teniendo, o es también la sensación de creer que en diferentes circunstancias habríamos tomado otras decisiones. ¿Pero tiene algún beneficio la nostalgia?
Bien, comencemos por definir lo que es la nostalgia. El diccionario de la Real Academia de la Lengua la define como: “Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida”; por tanto, si se analiza el término nostalgia, además de que lleva implícito invariablemente material que corresponde a nuestro pasado, está conformada por dos emociones completamente opuestas: tristeza y dicha.
Para explicarlo mejor, la nostalgia es una emoción que sirve de instrumento para traer a nuestro presente esos episodios de la vida en los que nos sentimos alegres, en que disfrutamos nuestra niñez, familia, viajes, trabajos, triunfos, seres queridos, amores, etc., y que si aprendemos a manejar puede aportarnos más beneficios de lo que imaginamos.
Para ello, he de citar lo que Rodrigo Quesada Monge nos dice al respecto de la nostalgia al referir que: “Ésta es el hechizo de una realidad que se quiso distinta y se nos evaporó de las manos, pero es justamente ahí donde radica todo su poder, porque la nostalgia no es sólo una emoción, un afecto, un sentimiento o un resentimiento. Es todas esas cosas juntas, y al mismo tiempo, es también una actitud frente a la vida; en especial la de todos los días”.
Es decir, la nostalgia no debe ser sólo aplicada para simplemente evocar todo aquello que nos hizo felices o que creemos que era la única oportunidad para serlo, sin un fin específico. La nostalgia tiene también la función de motor de análisis para todas aquellas circunstancias que nos hicieron tal vez tomar decisiones equivocadas y que con un poco de voluntad nos pueden servir como ejemplo para nuestra vida y mejorar el presente y el futuro.
Así pues, sentir nostalgia es una respuesta inherente a los seres humanos, es una emoción llena de características perfectibles de manera constante, ya que si bien es cierto que es definida con categoría de tristeza, también se transforma en experiencia y ésta es la manera en que las personas aprendemos.
Finalmente, la nostalgia es el mejor vínculo que tenemos entre nuestro pasado y nuestro presente, es una emoción completa y compleja, que puede, en determinado momento, servir para alejar la soledad y hasta alegrarnos al evocar momentos que nos hicieron felices.
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