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En el Instituto de Física (IF) de la UNAM, Jorge García Macedo y su equipo desarrollaron uno muy original que es líquido, viscoso como el aceite de oliva, y con estructura atómica semicristalina, visible sólo a nivel nanométrico.
De acuerdo con un comunicado, el material, que funciona como un implante, está hecho de dióxido de titanio capaz de almacenar y liberar dopamina, neurotransmisor fundamental para el control del movimiento del cuerpo, entre otras funciones.
Además, busca constituir una alternativa para tratar el Parkinson, enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza, en etapas intermedias, por un decremento en la disponibilidad de dopamina en el sistema nigroestriatal del cerebro.
El material funciona como un protector, vehículo y sistema de liberación de la sustancia de interés dentro del cerebro.
“La idea es introducir, mediante una jeringa muy fina, el implante en los dos hemisferios del cerebro, en las zonas donde se requiere la dopamina, para que libere gradualmente la sustancia y atenúe los síntomas”, explicó García Macedo, doctor en física y responsable del Laboratorio de Fotónica de Geles del IF, entidad académica en la que es investigador desde hace 35 años.
Física con aplicaciones biomédicas Con el tiempo, los movimientos involuntarios en los afectados se vuelven cada vez más frecuentes e incapacitantes; actualmente se tratan en su mayoría con Levo-dopa, precursor que se transforma en dopamina dentro del cuerpo del paciente y que sólo llega en pequeñas cantidades a la zona del cerebro que la requiere.
Este medicamento disminuye su eficacia y tiene efectos secundarios negativos a mediano plazo. Con el implante se propone una nueva ruta de medicación local, es decir, que la dopamina sea llevada directamente a la zona en donde hace falta.
Para generar el menor daño posible al introducirlo en el cerebro, se pensó que fuese de una consistencia líquida, en lugar de un material sólido, como lo es una película delgada.
El desarrollo se originó en el año 2010, a partir de un acercamiento de Patricia Vergara Aragón, profesora de la Facultad de Medicina (FM), al grupo de García Macedo, con la idea de que ellos obtuvieran y le proporcionaran un material capaz de liberar dopamina, con el cual ella pudiera realizar pruebas in vivo en un modelo animal de hemiparkinsonismo, comúnmente utilizado para el estudio de esta enfermedad.
Desde entonces, García Macedo inició el desarrollo del implante en el IF, junto con su investigadora postdoctoral Ma. Guadalupe Valverde Aguilar, hoy adscrita al Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA) Legaria, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y la entonces tesista de licenciatura en Física de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Gina Prado Prone.
Ha sido preparado mediante el método sol-gel (que combina partículas sólidas coloidales en un medio líquido para formar redes tridimensionales para múltiples aplicaciones), en el cual García Macedo es experto y ha trabajado desde hace varios años con su colega, especialista en esta metodología, Jeffrey I. Zink, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Actualmente Prado Prone, ahora maestra en ciencias e ingeniería de materiales (obtuvo su grado con mención honorífica y estudia el doctorado), continúa su colaboración con el investigador.
En el año 2013 se invitó a Vergara Aragón a realizar una estancia sabática en el IF para revisar los resultados de las pruebas que realizó in vivo. Desafortunadamente, éstos mostraron ser inconsistentes y, por consiguiente, inconclusos.
En consecuencia, se ha iniciado una nueva colaboración con investigadores de la UNAM (formados en el área biomédica) para que ellos realicen los estudios in vivo del implante.
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