Mueren 10 obreros tras explotar caldera de Aceros Simec, en Tlaxcala
MÉXICO, DF, 29 de septiembre de 2014.- El despacho es enorme y ofrece una vista hacia la plaza principal de la capital del estado. En el escritorio hay un marco con la foto de dos presidentes sonrientes: Enrique Peña Nieto y Barack Obama. Detrás de ellos una pintura de José María Morelos y Pavónn y la bandera de México. No hay papeles, plumas o teléfonos. Eruviel Ávila prefiere utilizar una mesa de trabajo para despachar, es una especie de manía por estar cerca de sus interlocutores. A un lado de la cabecera está una mesita con dos teléfonos, el del gobernador y el rojo -la famosa red presidencial-, que quizá usa muy poco, porque Enrique Peña Nieto ha visitado territorio mexiquense 27 veces en 22 meses de gestión. Ahí mismo tiene un pequeño globo terráqueo y un reloj de arena que cuenta de siete en siete los minutos. “Algunos creen que lo tengo para apresurar a quienes me vienen a ver”, susurra. Ávila habla con El Universal de los proyectos para su cuarto año de gobierno -infraestructura para la movilidad, salud y oportunidades para los jóvenes-, el reto de la seguridad, los casos Valle de Bravo y Tlatlaya y, claro, de política. “Mi gobierno es de seis años, yo fui electo por seis años y voy a cumplir el mandato por seis años, desde luego”, ataja las versiones que lo han querido poner fuera de combate. Del caso que hoy pega en el corazón de las Fuerzas Armadas, la muerte de 22 personas en el municipio de Tlatlaya, dice que colabora con las autoridades federales en la investigación; defiende a la Secretaría de la Defensa como institución cuyos integrantes deben respetar los derechos humanos, y reconoce la colaboración de los militares y marinos en las tareas de seguridad en el estado. La entrevista completa aquí: http://www.eluniversal.com.mx/ciudad-metropoli/2014/impreso/-8220nuevo-aeropuerto-le-hace-justicia-al-edomex-8221-126568.html