Mueren 10 obreros tras explotar caldera de Aceros Simec, en Tlaxcala
JARTUM, Sudán. 10 de marzo de 2015.- El tema de la injusticia laboral afecta a millones de personas no sólo en México, sino en diversas partes del mundo donde existen empresas que no respetan los derechos de sus trabajadores al privilegiar prácticas como la externalización de contratos (o outsourcing), las jornadas extras no remuneradas y, peor aún, el adeudo salarial.
Bajo tal escarnio, este martes fue divulgado en la web LiveLeak un ataque “resultado de la injusticia” que viven unos supuestos trabajadores en Sudán, quienes estarían recibiendo sus salarios “ya de por si bajos” con retrasos, provocando que un obrero descontento destruyera el automóvil de su jefe inmediato con una retroexcavadora.
En ese sentido, es cierto que el portal no abunda demasiado en torno al caso e incluso la localización geográfica del video no es clara, sin embargo, también se recuerda que el salario mínimo en Sudań se posiciona en las 420 libras sudanesas mensuales (el equivalente a apenas mil 140 pesos), lo que tal vez no da certificación a las grabaciones, pero sí evidencia una realidad desoladora para el país africano.
En ese sentido, el portal Umoya advierte que durante los últimos 4 años la economía sudanesa se ha visto afectada, sobre todo por la independencia de Sudán del Sur, promovida por Estados Unidos en 2011 y en cuyo territorio se encuentran los principales yacimientos de petróleo, un recurso que “sigue constituyendo más de la mitad de los ingresos del presupuesto público de Sudán y alrededor del 90% de sus exportaciones”.
A modo de contexto, Sudán es “una nación rica en recursos naturales pero que vive una situación de conflictos permanentes. Junto con su hambruna crónica y su alta tasa de mortalidad materno-infantil (8.4%), la inflación anual ha llegado al 46%”, publica El País en su versión en línea, donde se añade que, si bien la gentileza, la amabilidad y la cortesía de sus 34 millones de habitantes es una realidad, ésta se ha hecho ensombrecer por las adversidades y una guerra civil entre etnias.
“El sol golpea en nuestras cabezas a más de 35 grados a la sombra. Luego azota fuertemente el viento y las lluvias caen al anochecer. Hay 1.4 millones de desplazados que se exilian a las grandes ciudades por las sequías y que son los primeros damnificados por las inundaciones en el país”, publica el tabloide español.
“Así es Sudán. Lleno de contradicciones”, se expone por su parte en El Mundo, donde se advierte que Sudán mantiene una guerra perpetua entre las etnias enemigas y mayoritarias: dinka y nuer. Son pueblos nilóticos de tradición guerrera, con sus propios dialectos y leyes, lo que ha provocado que los desplazados, en búsqueda de la occidentalización, ingresen a empleos poco remunerados por empresas transnacionales.
En ese sentido, el Papa Francisco criticó este martes “que se paguen los salarios en negro”, sólo porque siempre habrá alguien que aceptará debido a la necesidad, en un discurso dirigido a varias cooperativas italianas.
“Hay quien ofrece 11 horas de trabajo al día por 600 euros al mes (10 mil pesos mexicanos y 3 mil 600 libras sudanesas). Y si no te gusta, pues te dicen que te vayas a casa. Esto es lo que pasa en este mundo, donde si tú no aceptas, otro aceptará. El hambre hace que se acepten también trabajos en negro, como todo el personal doméstico. ¿Cuántos de ellos tienen garantizada la pensión?”, explicó el Papa durante una alocución pública que deja para reflexionar no sólo sobre los suelos en el continente africano, sino en tierra azteca.