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TEXCOCO, Edomex., 10 de julio de 2014.- Ole Hesseldahl, es un ciudadano de Dinamarca que llegó a México a los 26 años de edad. Tiempo después, se enamoró del país y de una mexicana; hoy, a los 82 años, es un ermitaño que vive en una casa de piedra, una serie de cuevas en San Jerónimo Amanalco a las cuales se les conoce como “Las del último vikingo”.
Por su sangre vikinga, y para evitar conflictos con su padre, se fue a París, donde conoció a una cantante mexicana de opera, Margarita González, quien tenía a su hermana Olga, con quien vino a México.
Aquí se casó con Olga y vivió en el Distrito Federal, donde abrió un negocio de artesanías, pero por las altas cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), buscó un pueblo para ir a trabajar sus artesanías, por lo que conoció a un vecino de San Jerónimo Amanalco, quien fabricaba huacales.
Con Olga vivió hasta 1995 en la ciudad de México, luego se trasladó a Texcoco para llegar a vivir a San Jerónimo Amanalco, donde compró 2.5 hectáreas de terreno en una barranca.
Con su ingenio, Ole Hesseldahl construyó él mismo una casa de piedra y acondicionó las rocas para ampliar unas cuevas, donde se pueden hacer reuniones entre amigos. «Mi idea es que haya gente que toque música con violín o flauta».
Por otro lado, pidió al delegado municipal de San Jerónimo Amanalco que a sus cuevas se les llame «Las del último vikingo», en alusión de que él proviene de una tierra nórdica.
El «vikingo» reconoció que no es ciudadano mexicano, pero que le ha gustado tanto este país que se quedó a vivir aquí en el pueblo de San Jerónimo Amanalco, donde tiene amigos, ya que participa en proyectos culturales.
Asimismo, relata que adoptó a dos niños hace tiempo, a quienes dio educación, incluso les pagó estudios en el Colegio William, pero “ahora ya no me visitan».
Ole apenas tiene una cama de cemento con un viejo colchón, come toda las mañanas un plato de avena y le gusta bajar al jardín municipal de Texcoco para alimentar a las ardillas; «son mis amigas», dijo.
«Quiero criar aquí ardillas, alrededor de mis cuevas, me gustan mucho», expresó.
El delegado Miguel Ángel Osorio Báez, señaló que Ole fue el que donó hace unos 10 años un terreno para el centro ceremonial náhuatl donde, incluso, el ahora ex gobernador Arturo Montiel Rojas puso la primera piedra, aunque ya no regresó para que se realizara la obra.