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JUCHITEPEC, Edomex., 31 de octubre de 2014.- En Cuijingo, un pueblo que no pierde sus costumbres prehispánicas, aún sepultan a sus difuntos con el tradicional floripondio, la flor amarilla o “flor de muerto”, cuyas imágenes están grabadas en los milenarios murales de Teotihuacán.
Alfredo del Rosario Rivera, coordinador de Cultura en ésta delegación de San Matías Cuijingo, destacó que esta es la única delegación del Estado de México, e inclusive de todo el país, donde se entierra a los difuntos con la flor del floripondio y cada año se celebran estas festividades del Día de Muertos, con danzas precolombinas.
“Estamos muy contentos que la gente no haya olvidado la tradición del floripondio, ya que la tradición oral nos manifiesta que se le ponía un arbolito de floripondio, para que los muertos descansaran antes de entrar al Mictlán”, dijo.
Señaló que es el único lugar a nivel nacional donde se plantan floripondios en las tumbas, “como lo hicieran nuestros abuelos desde la época mesoamericana; sin embargo, el 90 por ciento de los mexicanos ya perdió esta tradición”.
“Para el día 1 y 2 de noviembre no solamente adornamos las tumbas, sino que familias completas se desvelan para ver danzar y honrar a sus muertos; si un floripondio se está secando plantamos otro, a manera que los difuntos lleguen a descansar bajo su sombra”, indicó Del Rosario Rivera.