Rinde protesta Pablo Lemus como gobernador de Jalisco
MÉXICO, DF, 22 de febrero de 2015.- En México, justo son las nantli en náhuatl, las na’ en maya o las Nñiaa en zapoteco, quienes asumen la protección primaria de las lenguas originarias. Ahí, donde está el núcleo duro del idioma y frente a la migración de los varones, las madres las tutelan en un ambiente desfavorecido y doméstico, ajeno a la esfera pública o institucional, informó un comunicado.
Ellas, según Carlos Zolla, coordinador de Investigación del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural e Interculturalidad (PUIC) de la UNAM, integran el 19 por ciento de los indígenas monolingües; el resto (81 por ciento) son bilingües o se vuelven trilingües al emigrar y establecerse en Estados Unidos, señala Quadratín México.
En ocasión del Día Internacional de la Lengua Materna, que se conmemora este 21 de febrero, insistió en que se acabó la antigua idea de que los indígenas son monolingües. “El 81 por ciento son bilingües, por ejemplo hablan mixteco-español o náhuatl-español, además los que migran y se integran al inglés, se vuelven trilingües. Ahora los michoacanos conversan en purépecha-español-inglés o los oaxaqueños en mixteco-español-inglés. ¿Cuántos de ellos no indígenas hay en la sociedad?, un porcentaje menor”.
Al parafrasear que “la lengua se conserva en la medida en que se usa”, reconoció que en los últimos años la población originaria sí ha conquistado espacios. “Claro que han habido avances, pero el esfuerzo no está a la altura de las necesidades”.
Existe debilidad en las políticas lingüísticas mexicanas, en donde está más puesta la idea del rescate de una lengua que en la de explorar espacios que garanticen su igualdad, uso y ejercicio. “Hay que reiterar que si desaparece una, no sólo se disipa el instrumento de comunicación, sino que se pierde una memoria histórica, un reservorio de información cultural, ecológica o médica”, subrayó.
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