Balazos en el pie
El proceso interno que enfrentarán los militantes del Partido del Trabajo para elegir a los integrantes de la comisiones estatales y municipales, servirá para ubicar la real fuerza de los grupos al interior de este instituto político; por un lado la Corriente de Opinión de Izquierda Mexiquense comandada por Francisco Barragán, contra el todo poderoso Oscar González Yáñez y sus pupilos.
Los petistas divididos en dos grupos desde hace varios años, sufrieron un proceso de crecimiento, dejaron de ser un partido casero para ser partido como tal, la franquicia en manos de González Yáñez creció de tal manera que alcanzó varios espacios en la Legislatura local y municipios, pero luego sufrieron una caída que imposibilitó el arribo de más cuadros al poder, lo cual generó muestras de rechazo a su liderazgo, el cual que se justifica porque siempre encuentra acomodo en las listas de representación proporcional en el primer lugar.
En casi todos los partidos hay corrientes, pero en el PT de OGY eso es impensable, él es el único dueño; en todos los partidos las asambleas o las negociaciones dirimen posiciones, pero en el PT de OGY no se puede negociar ni compartir nada. No importan las asambleas ni los votos. Estás con él o contra él.
Por si esto no bastara, el líder provisional que posicionó Oscar González ha resultado un grado más arriba que malo para negociar y generar unidad al interior del PT, pues en sus últimas declaraciones se aventó la puntada de señalar que lo iban a reelegir en la siguiente asamblea, cosa que molestó a los pupilos de Barragán.
Y es que en la convocatoria emitida el 1 de julio en medios de circulación estatal, no viene como punto del orden la reelección de coordinador estatal, sólo viene la invitación para participar en la selección y postulación de cargos en las comisiones estatales, además de la selección y postulación para cargos en las comisiones municipales del PT.
Los congresos municipales ya iniciaron en varios municipios del Estado de México, hasta ahora toda camina con tranquilidad, nadie ha vertido comentario de inconformidad a pesar de que hay elecciones en varias zonas de la entidad, lo cual no significa que todo esté bien, más bien se percibe que todos están velando armas para el congreso estatal, mismo que sólo Oscar González y Joel Cruz saben en donde se va a realizar, porque en la convocatoria no viene.
Raro caso, en casi todas las convocatorias que los partidos emiten viene la hora, la fecha y el lugar en donde se realizan este tipo de asambleas, pero seguramente ha de ser legal porque no se sabe de alguien que haya impugnado la convocatoria.
De esta manera el PT dará paso a la elección, selección y postulación de integrantes de la Dirección Estatal de la Comisión Ejecutiva Estatal, así como a la Comisión Coordinadora Estatal, Comisión de Contraloría y Fiscalización Estatal, Comisión de Garantías, Justicia y Controversia Estatal; la renovación de la Comisión de Elecciones Internas Estatal y Comisión de Vigilancia de Elecciones Internas Estatal.
Si los acuerdos políticos prevalecen, la COIM tendrá más o menos el 20 por ciento de representación en la Comisión Ejecutiva Estatal; pero en lo municipal le darán con todo, tanto que si quedan en sus manos 10 municipios son muchos.
Ya lo dijo el diputado Norberto Morales Poblete, en los lugares en donde tengan fortaleza lo tienen que demostrar, que los congresos sean el lugar para dirimir las diferencias y que los resultados hablen por las personas.
Lo cierto es que si Oscar González desea la sobrevivencia de su partido tendrá que operar más y hacer a un lado a Joel Cruz, porque las encuestas del mes de mayo lo ubican con un punto porcentual en los sondeos de opinión de izquierda. Todos los petistas tienen que hacer un análisis serio para determinar hacia dónde quieren ir.
Y después dar paso a un ejercicio de unidad para poder transitar hacía el proceso electoral que se avecina en el 2015; de la tolerancia de Oscar González para incluir a sus compañeros de la COIM depende los resultados de la próxima contienda electoral. Es cuestión de vida o muerte para el Partido del Trabajo.