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TEXCOCO, Edomex., 9 de febrero del 2015.- Asegura investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), que casi un millón de hectáreas de bosque se encuentran infectadas por plantas parásitas como las diferentes especies de muérdagos o injertos; los cuales reduce el crecimiento de los árboles, les producen malformaciones, incluso su muerte.
El profesor investigador del Departamento de Ciencias Forestales (Dicifo) de la UACh, David CibriánTovar, señaló que de acuerdo al inventario forestal de México, estas infecciones se observan en bosques de coníferas y con otro tipo de vegetación en diferentes áreas del país.
«Estas plantas parásitas desarrollan sus raíces en los árboles, troncos y ramas; su semilla llega por mecanismos propios o es transportada por aves”, añadió que cuando una semilla de muérdago, por ejemplo de la especie enano, se deposita en los árboles pequeños, asienta sus raíces desde el centro del tronco y ya no es posible eliminarla, en consecuencia creará malformaciones, escobas de bruja y una reducción de hasta 35% de la tasa de crecimiento del árbol infectado.
Dijo que la Universidad Autónoma Chapingo trabaja en coordinación con el gobierno del estado de Hidalgo en un proyecto que busca alternativas para el control del muérdago Phoradendronfalcifer, que afecta al líquido Ámbar del bosque mesófilo de la entidad: “Una solución del problema es mediante la inyección al árbol de hormonas vegetales, que inducen la caída del muérdago sin afectar al árbol; sin embargo, su costo es alto”.
Cibrián Tovar detalló que otro caso importante de infección por muérdago se encuentra en varios parques nacionales del centro de México,uno de ellos, es el Parque Nacional del Nevado de Toluca, donde el problema es severo, por Arceuthobium, que afecta a los pinos de altas altitudes: “De acuerdo a las investigaciones que ha desarrollado la UAEM, se crean las bases para un manejo por medio de mejoramiento genético, se han identificado algunos árboles que resisten la infección; de éstos podrían obtenerse progenies que son poco infectadas y con ellas hacer la restauración de la zona”.
Estableció que otro método es por medio del control silvícola, pero éste sólo se puede aplicar en predios bajo manejo forestal; en el caso del Nevado de Toluca, al ser un área natural protegida sólo pueden hacerse podas, lo cual dificulta su control.
Al referirse a las zonas infectadas por muérdago en el Distrito Federal, el profesor investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, manifestó que este problema sigue vigente, con infecciones severas en varias partes de la ciudad,por lo que es urgente la atención integral del problema: “En unas áreas se logró el control biológico de una de las especies de muérdago, mediante la larva de un insecto que barrena el tallo de la planta parásita y la destruye”.
El doctor Cibrián Tovar consideró que las plantas parásitas, como el caso de las especies de muérdago, se pueden ubicar dentro de los tres principales problemas de salud forestal en México, donde se pierden millones de pesos cada año.