Plantea Senado prohibir peleas de gallos

TOLUCA, Edomex., 4 de abril del 2014.- Difícil para la zona sería la cancelación de una de las tradiciones más arraigadas en esos dominios de tierra caliente, como lo son las peleas de gallos.

El Senado de la República analiza una reforma que podría terminar con esta tradición mexicana de ferias, exposiciones ganaderas y pueblos. Dicha práctica, que tiene en México más de 500 años, se remonta a la época de la Conquista y de la Nueva España.

La iniciativa que se analiza en comisiones es impulsada por el coordinador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Senado, Jorge Emilio González Martínez, quien plantea prohibir la organización, inducción o provocación de las peleas de gallos en todo el país.

En su dictamen argumenta que si bien los gallos no se encuentran en peligro de extinción, esto no implica que se permita la pelea entre ellos como una diversión para los humanos.

Asimismo, mencionó que esta actividad está arraigada entre los criadores y los aficionados, por lo que ha resultado muy complicado hacer conciencia en la gente sobre la crueldad hacia estas aves. Además, añadió que se plantea que las peleas de gallos sean prohibidas para evitar el maltrato animal, además de prevenir enfrentamientos entre espectadores y aficionados.

Cabe resaltar que en la zona sur, por lo menos, las peleas de gallos son exhibidas de manera natural en casas, reuniones y jaripeos, además de que un número muy amplio de personas viven de esta actividad.

Por tal situación, el senador explicó que la reglamentación de estas peleas ha tenido poco avance en el país, ya que se realizan mediante apuestas, reguladas por la Secretaría de Gobernación (Segob), pero al no existir una legislación que prevea o norme su parte operativa, se omite el trato digno hacia los animales; además de fomentar las apuestas, lavado de dinero y venta de los gallos.

Por último, remarcó que “es lamentable que las peleas de gallos en México sean un espectáculo donde asisten menores de edad, niños que no tienen el suficiente criterio para decidir asistir o no; se les hace un asunto normal ser testigos de semejante acontecimiento, cuando en realidad lo que está pasando es que se está potencializando un factor violento en ellos”, sostuvo.