
Estudian ampliar Hoy No circula a otras zonas del Estado de México
ZONA SUR, Edomex., 14 de julio del 2014.- En los municipios de la región sur del Estado que conforman la denominada puerta de entrada a la Tierra Caliente, el uso del sombrero sureño es una práctica que se niega a desaparecer, los campesinos, ganaderos y hasta los comerciantes mantienen viva esta tradición que lamentablemente las nuevas generaciones están olvidando por la influencia de las grandes ciudades y por el hecho de negar sus raíces al sentirse parte de una nueva era, la de las tabletas, el Iphone, YouTube y las redes sociales.
Desde la zona cálida de Temascaltepec hasta el municipio de Tlatlaya, en la zona limítrofe con el Estado de Guerrero, los domingos, martes, jueves o viernes de tianguis, las multitudes de hombres –la mayoría de 30 años en adelante-, caminan en las avenidas, calles y en los caminos vecinales portando un sombrero, este generalmente es de los denominados Tlapehuala, característico por tener alas anchas, para este grupo específico de personas, el salir de la casa sin este artículo, es como salir desnudo.
En esta zona sur del Estado, el portar un sombrero, además de garantizar que el fuerte calor no caerá a plomo en la cabeza y rostro de las personas, representa también un tema de status social, ya que por ejemplo, en base al costo del sombrero (desde 200 pesos hasta 20 mil), se define la solvencia de quien porta dicho sombrero, de ahí la frase… Dime que sombrero tienes, y de diré en que trabajas.
La comunidad de Coatepec, en el municipio de Tlatlaya, fue hace varios años la cuna de varios artesanos del sombrero, incluso en ese sitio se instaló un taller para la elaboración de esta artesanía, sin embargo, solo opero un tiempo y después cerró sus puertas. De esta delegación incluso, es originario el artesano que allá por el 2008 y 2009 ganó un premio a nivel nacional tras un concurso del sombrero en el que participaron varios artesanos del país.
En la actualidad, son contados los artesanos en la región sur que conocen y practican la elaboración del sombrero de palma, como también son contados los “reparadores” de sombrero que se instalan en las plazas principales y tianguis de los municipios sureños para reparar un sombrero, trabajo por el que en promedio cobran 70 y 300 pesos según el grado de afectación que tenga el artículo, pues en ocasiones implica el colocar una nueva trenza de palma que ellos mismos tejen y que traen desde la Costa de Guerrero, lavarlo con un jabón especial y aplicarle pintura nueva.