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MÉXICO, DF, 21 de noviembre de 2014.- Contrario a lo que dijo el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que las manifestaciones están contaminado la economía, es precisamente la falta de crecimiento económico, la falta de recursos en las familias mexicanas, lo que genera estabilidad y descontento, así lo aseguró el senador Mario Delgado, integrante de la Comisión de Hacienda.
“Me parece que está creciendo la indignación de la gente, y con mucha razón, porque estamos en una crisis de derechos humanos y en una crisis de justicia, y a esto hay que sumarle el caldo de cultivo también de una economía que no crece, que no le ofrece oportunidades a los jóvenes ni a la gran mayoría de las familias mexicanas, un ingrediente adicional al descontento que con mucha razón tienen muchas familias en México”, aseguró el legislador.
Esto lo señaló luego que se diera a conocer por la Secretaría de Hacienda un cambio en las estimaciones de crecimiento de la economía mexicana, proyectando un crecimiento de entre el 2.1 y 2.6 por ciento este año, es decir, una disminución de 0.4 por ciento con respecto al último ajuste.
En este contexto, afirmó que esto evidencia una mala gestión por parte del gobierno federal, que lejos del crecimiento lo que se tiene es un gasto improductivo que no ha sido revisado y que muchas veces termina despilfarrado en la corrupción.
“Es tiempo de que revisemos el gasto para ver hacia dónde se están yendo los recursos públicos y que estos se orienten hacia actividades productivas que generen actividad económica, que generen empleo, que generen un contexto idóneo para la inversión”, apuntó el legislador.
Además agregó que con la nueva proyección se refuerza la advertencia que venía haciendo el senador, de que no se va cumplir la meta de crecimiento del 2.7, que ya era una corrección que había hecho la Secretaría de Hacienda a lo largo del año, y se ve muy lejano el 3.9 que se había planteado para el 2014, un crecimiento que estaría supuestamente alentado por las reformas estructurales.
“En el 2013 la meta se tuvo que ajustar casi en un 300 por ciento, la meta inicial de crecimiento para terminar finalmente en 1.1 y ahora tenemos un ajuste de más del 40 por ciento; es decir, el 3.9 que se había esperado, pues apenas va a superar el 2 por ciento”, sentenció.
Al respecto, comentó que el problema es que llevamos dos años donde gastamos y pedimos prestado con un supuesto de crecimiento que no se da o que se da en menos de la mitad de lo esperado, erosionando la credibilidad de la economía mexicana, que se posiciona como el peor balance de un mandatario nacional.
“Si sumamos el crecimiento que tuvimos el año pasado de apenas el 1 por ciento con el que vamos a tener éste, de apenas 2 por ciento, vemos que el balance es uno de los peores que hemos tenido para cualquier presidente. En los dos años de gobierno, apenas 3 por ciento de crecimiento acumulado es uno de los más bajos para un sexenio y es absolutamente insuficiente para lo que necesitan los mexicanos”, concluyó.