REPORTAJE: Las Casitas, reinado de terror y muerte de un fraccionador

PARTE V

Los hijos  de «el mocho» y sus pistoleros

Para controlar el campamento de «Las Casitas», Manuel Solís Berber, contaba con el apoyo incondicional de sus hijos Alejandro Solís Díaz, El Ámpula, de 38 años; Juan José Solís, El Babosote, de 25 y Juan Manuel Solís Hernández, de 30 años, así como de sus colaboradores Alejandro Rodríguez Ramírez, Víctor Toledo Tovar, Alejandro González Espíndola, quienes fueron acusados por los colonos de haber sido agredidos por negarse a pagar el enganche por los terrenos al fraccionador.
Los defensores amarillos
El abogado Román Noé Márquez Alcántara, el ocho de septiembre del 2011 ante la PGJEM, dijo que Juan Manuel Solís y Alejandro Solís Díaz, hijos de «El Mocho»  estaba en la campaña política de Alejandro Encinas Rodríguez, candidato del PRD al gobierno del estado de México y por lo consiguiente no podían haber estado en el predio de «Las Casitas», agrediendo a colonos por no pagar los 10 mil pesos que exigía «El Mocho».

Sin embargo, los afectados declararon ante el agente del ministerio público que los hijos de Manuel Solís y sus allegados, fueron los principales agresores de los vecinos que no pudieron pagar esa cantidad de manera inmediata.

El abogado le dijo al agente del ministerio público que los hijos de Manuel Solís eran de la comisión política del PRD en el municipio de Chimalhuacán y que a la hora en que ocurrió la agresión, estaban «realizando pintas y colocando lonas».

Además, «estuvieron en el palacio, se vieron con el presidente de Convergencia de Ixtapaluca, se fueron al palacio de Valle de Chalco para ver al subdirector de atención social y coordinaron las brigadas de publicidad de campaña».

Pero no nada más dijo esas mentiras para salvar a los hijos de Manuel Solís de la cárcel por las agresiones a colonos, sino todo se reportaba los lunes con el profesor René Bejarano y los martes con el diputado federal Emilio Serrano Hernández, de quién eran «asesores en la Cámara de diputados de San Lázaro».