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IXTAPALUCA, Edomex. 13 de julio 2015.- Familiares de víctimas de secuestro exprés presumen complicidad entre la policía federal, personal de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) y una banda de secuestradores que opera sobre la autopista México-Puebla y que utiliza la estrategia de lanzar vidrios, clavos o navajas para gallos, para ponchar las llantas de los autos, con toda intención de obligar a parar a los automovilistas.
Ya en el acotamiento y con la llanta ponchada, las víctimas supuestamente reciben la ayuda de vecinos que se ofrecen a cambiar la llanta afectada, pero que en realidad lo hacen para usar el mismo vehículo para llevarse al automovilistas y a sus acompañantes, después de ser intimidados y golpeados.
Luego llaman a sus familiares para exigirle una fuente cantidad de dinero para lograr su libertad, de lo contrario serían asesinados o «entregados en cachitos».
San Marcos Huixtoco
La madre de una las víctimas relató que su hija regresaba a su casa en Chalco, acompañada con una amiga de Puebla, sobre la autopista México-Puebla, pero al pasar la caseta de cobro de San Marcos Huixtoco, a unos tres kilómetros, tuvieron que detenerse porque se les ponchó una llanta, sin haber pasado un sólo bache.
Ambas mujeres bajaron para ver que hacía y llamaron a las oficinas locales de CAPUFE para que le enviarán ayuda; sin embargo, ninguna persona de esa dependencia federal, acudió al llamado de auxilio.
Al lugar acudieron cuatro hombres que ofrecieron cambiar la llanta, pero después de hacerlo, amagaron, forcejearon y golpearon a las dos chicas, para llevárselas secuestradas.
Con sus mismos celulares hablaron a sus padres y los secuestradores exigieron 150 mil pesos por cada una, de lo contrario, «se les entregaría en cachitos».
Las familias de las mujeres, como pudieron reunieron el dinero y recibieron instrucciones de ir a dejar el dinero sobre el atontamiento de la misma autopista México-Puebla, para después recibir instrucciones de seguir por la carretera federal libre Mexico-Puebla y buscar una casa en la colonia la Venta, donde estaban abandonas las chicas y el auto.
Ahí en una casa abandonada encontraron a las dos amigas, golpeadas y aterrorizadas, pero vivas.
La madre de la chica de Chalco dijo que a pesar de la petición de ayuda a la CAPUFE, nadie acudió, pero según su personal, sí enviaron la ayuda, pero que «no la quisieron recibir.
Los familiares de estas mujeres secuestradas sobre la autopista México-Puebla, a la altura de San Marcos Huixtoco, exigieron operativos de la policía federal para evitar este tipo de secuestro exprés de automovilistas.
Incluso, algunos vecinos del lugar, aseguraron que la banda de secuestradores ópera desde la colonia Jorge Jiménez Cantú, de donde salen para arrojar clavos, vidrios o navajas para gallos para que las llantas se ponche y puedan secuestrar a automovilistas y sus acompañantes, para exigir una fuerte cantidad por su rescate.
A pesar de la denuncia pública que hizo la madre de una de las chica secuestrada, sobre ese tramo de la autopista México-Puebla, no existe un sólo operativo de la policía federal para detener a esta banda de secuestradores.