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NATAL, Brasil, 8 de junio de 2014.- La gran promesa económica de México es una mentira, sentenció el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Todos los indicadores mexicanos, dijo, son peores a los de Brasil y lo que se hace en materia energética sucedió en su país hace 20 años, señala el periódico Reforma.
«México fue presentado como la gran novedad del siglo 21 y que estaba mejor que Brasil (…) Pero me fui a enterar y todo es peor que en Brasil. No hay ningún indicador comparable a los nuestros», aseguró el ex mandatario durante un seminario organizado el viernes por el diario español El País en Porto Alegre.
«Quiero que México crezca, pero era mentira».
Frente a los medios y analistas económicos que han aplaudido la reforma energética en México, Lula consideró que no es ninguna hazaña.
«Lo que hacen mejor, nosotros ya lo hicimos con Petrobras», aseguró.
Cansado de las comparaciones entre Brasil y México, y de las críticas que recibe su país por organizar el Mundial de Futbol, el ex presidente ha emprendido una fuerte campaña para apuntalar la candidatura a la reelección de su ahijada política, la presidenta Dilma Rousseff.
«Lo que está en juego no es la candidatura de Dilma sino un proyecto», resaltó Lula tras un encuentro también en Porto Alegre de dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), la agrupación izquierdista que él ayudó a fundar en la década de los 80.
El popular ex mandatario resaltó los avances económicos logrados por Brasil durante la larga administración del PT que él inauguró en 2003, y renovó su compromiso en la lucha contra la pobreza y la integración latinoamericana.
Su arenga a los militantes del PT llega luego de que ayer se difundió una encuesta del Instituto Datafolha que apunta que las intenciones de voto de Rousseff siguen en franco declive. Del 47 por ciento que tenía a principio de año, pasó a 37 en mayo y al 34 por ciento este mes, cuando su Gobierno se juega gran parte de su imagen en la organización del Mundial.
Mientras tanto, sus rivales, el senador Aécio Neves, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y el ex gobernador de Pernambuco Eduardo Campos, ex aliado del PT y ahora candidato presidencial por su Partido Socialista (PSB), siguen creciendo.
Las intenciones de voto de Neves alcanzaron el 19 por ciento en el último sondeo, mientras que las de Campos están en 7 por ciento.
Con estas cifras, la mandataria sería obligada a ir a una segunda vuelta electoral a fines de octubre.
«Los que creen que el país retrocederá están equivocados. No habrá retroceso», aseguró Lula en el seminario de Porto Alegre.
Allí explicó que la situación económica internacional actual, a la que comparó con la crisis financiera de 1929, ha provocado grandes desafíos para Brasil, pero afirmó que el país tiene todo para seguir creciendo hasta convertirse en la quinta potencia económica del mundo (actualmente ubica el puesto número siete).
«Oigo a mucha gente decir que es necesario mejorar el humor del mercado en relación a Brasil. Si el problema fuera tan fácil, contrataríamos a un humorista y listo», ironizó el ex presidente sobre las críticas que ha recibido el gobierno por su manejo de la economía.