Sufren pobreza y falta de servicios habitantes del sur

TOLUCA, Edomex., 10 de septiembre de 2014.- Poco o nada se ha hecho para mejorar la calidad de vida de los miles de habitantes de la región sur de la entidad, donde la población no sólo sufre la falta de ingresos y de oportunidades, sino también la falta de servicios públicos como de salud y educación.

Habitantes de las comunidades de la Sierra de Nanchititla, en Luvianos, recorren un largo camino para asistir a clases en primarias y secundarias, de los cuales sólo el 20 por ciento concluye su educación básica; otros pueden acceder a la educación media superior, pero sólo si tienen la solvencia económica, ya que la única preparatoria de la zona se encuentra a casi una hora de distancia en automóvil, cerca de la recién creada base militar.

La mayoría, en su caso, emigran a otras ciudades ante la falta de oportunidades y servicios en su tierra, otros jóvenes ven sólo a la agricultura como la única forma de sobrevivir en la región.

Liliana Rendón Rojas y Elías Eduardo Gutiérrez Alva, profesores de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y autores del artículo “Índice de Desarrollo Humano 2013: ¿México en ascenso?”, indicaron que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo hace un cálculo del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) que incluye la cantidad, así como la intensidad de carencias simultáneas sufridas por las personas en los ámbitos de la salud, educación y nivel de vida.

Al respecto, puntualizaron que se deben traducir los ingresos en bienestar, considerando aspectos sociales, ambientales y políticos a partir del desarrollo de las capacidades de la población.

Asimismo, reconocieron que en muchos de los países del sur con crecimiento acelerado, la población que vive en condiciones de pobreza multidimensional supera a las que sufren pobreza de ingresos.

Por otro lado, cabe mencionar que miles de sureños no cuentan con los más elementales servicios públicos, la agricultura cae estrepitosamente ante los fuertes incrementos de fertilizante, además de que la delincuencia organizada y la falta de fuentes de empleo han hecho de este rincón del sur la zona más marginada de toda la entidad.