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COACALCO, Edomex., 4 de junio de 2014.- Los únicos que van a perder con la venta de tierras ejidales a particulares en San Salvador Atenco son los campesinos, ya que las tierras serán «oro como en California», se va a especular con ellas para vendérselas a empresarios que se beneficiarán con los proyectos que se desarrollen en el ex Lago de Texcoco.
Lo anterior fue establecido por los ambientalistas Víctor Zendejas Orozco y Lucía Córdova, de la asociación ecologista «Franature Mahatma Gandhi”, quienes ven que los ejidatarios de San Salvador Atenco serán los únicos afectados.
“Lo que va a suceder es que se va a poner en riesgo el rescate hidrológico contenido en el Proyecto Lago de Texcoco, un trabajo crucial, de vital importancia para la conservación del medio ambiente y la regulación hídrica, por eso no debe ligarse a proyectos ni de aeropuerto ni de desarrollos”, dijeron.
Por otro lado, establecieron que el Gobierno Federal casi no ha dado información sobre lo que planean hacer con las tierras del ex lago, donde hay un proyecto ecológico y de rescate hidrológico, pero no se ha hablado oficialmente de otros proyectos como el del aeropuerto.
Asimismo, los ecologistas establecieron que deben dar a conocer todos los impactos ecológicos que se pueden dar con la edificación de un aeropuerto.
En este tenor, dijeron que los ejidatarios de otros pueblos como el de Santa Isabel Ixtapan ya vendieron sus tierras, recibieron su dinero, y ahora empiezan a tener problemas económicos porque se lo acabaron y andan buscando trabajo.
En San Salvador Atenco, afirmaron, va a suceder lo que ocurrió en Santa Fe, donde los inversionistas compran barato, venden caro y hasta en dólares van a dar el precio de la tierra en esa zona, por su importancia comercial.
De acuerdo con el Proyecto Lago de Texcoco, la Conagua y el Organismo de Cuencas del Valle de México, al final del sexenio pasado se hicieron de más de 600 títulos de propiedad en los ejidos de Santa Isabel Ixtapan, San Luis Huexotla, Santa María Chimalhuacán, San Bernardino, San Cruz de Abajo, San Bernardino, Francisco I. Madero y San Cristóbal Nexquipayac, pero quedaron pendientes los de San Salvador Atenco y San Miguel Tocuila.
De hecho, habitantes de Santa Isabel Ixtapan, cuyos comuneros ya no cuentan con el dinero que se les dio por sus terrenos, han estado pidiendo ser considerados para su contratación en los proyectos de desarrollo.