Muere niña tras ser arrollada por camión público en Toluca; su madre lesionada
TOLUCA, Edomex., 3 de febrero de 2015.- Un 3 de febrero de 1814 falleció en Morelia Mariano Matamoros y Guridi, sacerdote liberal mexicano que luchó por la independencia a las órdenes de José María Morelos.
Mariano Matamoros siguió estudios de bachiller en artes y teología y se ordenó presbítero en 1796. Ejerció como párroco en la capital virreinal y en Jantetelco (actual estado de Morelos); fue en esta ciudad donde, en 1811, se dictó contra él orden de búsqueda y captura como sospechoso de promover la causa independentista. Ese mismo año fue capturado en Puruarán (Michoacán) y fusilado en Valladolid un mes después, a pesar de la oferta de Morelos de intercambiarlo por 200 prisioneros realistas.
En 1939, se creó en México el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por mandato del entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río; el INAH tiene la misión de preservar, proteger y difundir el patrimonio arqueológico, antropológico e histórico de nuestro país.
De acuerdo con información del propio Instituto, a la fecha se han descubierto más de 28 mil sitios arqueológicos, de los cuales menos de 200 están abiertos al público, pero se estima que podrían ser más de 200 mil los lugares con vestigios antiguos.
En Alemania, Johannes Gutenberg muere un día como hoy pero de 1468. El inventor de la imprenta nació en Maguncia entre 1396 y 1400 en la casa paterna llamada zum Gutenberg. Su apellido verdadero es Gensfleisch. En el hogar familiar, el joven Johannes fue tempranamente iniciado en el arte de la orfebrería y en las técnicas de acuñación de monedas. Además de su padre, muchos de sus parientes trabajaban en estos oficios, y es posible que allí se le presentara la oportunidad de grabar punzones y de asistir a la fabricación de los moldes de arena que empleaban los fundidores.
Gutenberg vivió para ver cómo su invento se extendía rápidamente por toda Europa, empezando por las ciudades situadas a lo largo del valle del Rin. En España, la imprenta fue introducida por los alemanes, y se sabe que en 1473 funcionaban talleres en el reino de Aragón. Se considera que el primer libro español impreso que ha llegado hasta nosotros es Obres e trobes en lahors de la Verge Maria, impreso en Valencia en 1474.