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MÉXICO, DF, 5 de agosto de 2015.- No es el primer caso de brutalidad policial que llega desde Estados Unidos, ni tampoco el primero que tiene a un niño como víctima de la extralimitación de un agente, pero el entorno y las razones por las que tiene lugar sí es muy llamativo e indignante. Un pequeño de 8 años, que sufre un trastorno por déficit de atención, fue esposado en un despacho de su colegio porque se había portado mal en clase.
Como se observa en el vídeo, el agente decide ponerle las esposas, con los brazos en la espalda y los grilletes a la altura de los codos para impedir que se las pueda quitar por el pequeño tamaño de sus muñecas. El niño, visiblemente asustado por la situación, rompe a llorar desconsoladamente.
Varias asociaciones han denunciado el comportamiento de este agente de Covington, en Kentucky.
Vía QUÉ