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MÉXICO, DF, 18 de noviembre de 2014.- En México, alrededor de 4.5 millones de niñas y niños son víctimas de abuso sexual, es decir, una de cada cinco niñas y hasta el 10 por ciento de niños, de los cuales únicamente el 2 por ciento de los casos se conocen en el momento en que se presenta el abuso, sostuvo la directora del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG), Marina Mandujano Curiel.
En conmemoración del 19 de noviembre como Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual contra la Infancia, Mandujano Curiel dio a conocer cifras que a decir de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada minuto cuatro menores sufren abusos sexuales en América Latina y al menos tres son niñas que, en su mayoría, no lograrán recuperarse del trauma a lo largo de su vida.
Al arrancar el Foro Mecanismo de Prevención del Delito de Abuso Sexual Infantil, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la directora del CEAMEG enfatizó que de los casos desconocidos de personas abusadas en su infancia, llegarán a la adolescencia y edad adulta con problemas de ansiedad, depresión y relaciones disfuncionales, entre otros trastornos.
Mandujano Curiel, lamentó que México ocupe el primer lugar en violencia física, abuso sexual y homicidios de menores de 14 años, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Reveló que a decir de la Procuraduría General de Justicia e instituciones de seguridad internacional, hasta el 2013 se habían detectado en el país más de 12 mil cuentas personales en Internet, donde se exhiben imágenes de explotación sexual a menores de edad, cuyas edades oscilan entre los 4 a 16 años.
En ese sentido, desde la Cámara de Diputados el CEAMEG “condena enérgicamente este tipo de flagelos e insta a las instituciones responsables a tomar medidas que garanticen la integridad y seguridad de la infancia y la adolescencia”, dijo.
Añadió que desde el Centro seguirán fomentando las acciones de los diputados y sociedad civil con el propósito de la difusión de medidas preventivas y de información que alerte a la sociedad sobre este tipo de delitos.
“Esta realidad nos obliga a reforzar nuestro compromiso como sociedad y como institución parte del Estado, por seguir generando acciones de prevención contra la violación de derechos humanos de la infancia, entre ellos la libertad sexual y el respeto a la dignidad humana”, concluyó.