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La Política Mexiquense
Los rotos y abandonados…
La etapa que vivimos en nuestro país no es buena para ser joven. Los recientes
hechos violentos que los involucran, ampliamente difundidos en redes sociales,
reflejan el entorno que como sociedad hemos creado para ellos; llevan implícita la
respuesta a los adultos que hoy “dirigen a este país”. Las causas no han sido
atendidas; hemos roto algo más que nuestro presente: nuestro futuro.
Abro hilo…��
Han pasado tan solo un mes y 18 días de este 2025 y diversos casos de violencia cometida
por jóvenes contra jóvenes han pasmado a la sociedad mexicana.
Desde la sentencia de 17 años contra Rodolfo “Fofo” Márquez, por golpear brutal y
cobardemente a una mujer en 2024; pasando por el apuñalamiento de la “influencer”
Marianne Gonzaga contra Valentina Gilabert; el abandono de un bebé en Tultitlán, Estado
de México por parte de sus padres de solo 18 y 21 años; y de los casos más recientes: la
agresión en contra de Fátima, una joven de 13 años que fue arrojada desde el tercer piso
de su secundaria en Iztapalapa solo porque le gustaba el pop coreano.
Estos casos, que se viralizaron en redes, son una pequeña muestra del entorno violento en
el que hoy nacen, crecen, aprenden y se desarrollan nuestros jóvenes. A pesar del discurso
triunfalista, el Estado ha fallado a quienes se supone son el futuro de esta nación. Con la
promesa rota de “solventar y atacar las causas”, nuestro niños, adolescentes y jóvenes no
tienen una certeza clara de cómo vivirán en los próximos años en el país que los vio nacer.
En cuanto a la violencia se refiere, los asesinatos son el pan nuestro de cada día.
Escuchan, ven y viven la violencia en carne propia. Según datos del INEGI, durante el
2024, la principal causa de muerte en jóvenes de entre 25 y 40 años es la agresión.
La situación es más preocupante cuando sólo hablamos de hombres, el estudio
muestra que la principal causa de muerte de jóvenes entre 15 y 44 años es el
homicidio; mientras para las mujeres es la segunda causa entre los 25 y 35 años.
Sobre el estudio y el trabajo, el 20 por ciento de los mexicanos entre 15 y 29 años no
tienen trabajo o no estudian, 50 por ciento más que el promedio de 12.5 por ciento
de los países de la OCDE. Cerca de 16 millones no tienen un trabajo digno; ya sea
por las remuneraciones, por la condición de informalidad, por la extensión de las
jornadas o por el acceso a prestaciones básicas.
Y por si fuera poco este entorno, las familias, que son la base y la red de apoyo de
estos jóvenes, están preocupadas por solventar el día a día, explican sociólogos.
Han descuidado la educación y el cobijo de sus hijos, perdidos en una falsa idea de
libertad y extraviados en el satisfacer de las necesidades básicas que conforme
pasa el tiempo se complica más.
El caldo de cultivo está dado. El abandono del Estado a su compromiso de crear las
condiciones para que los mexicanos podamos acceder a un empleo digno,
seguridad, salud y educación; ha propiciado el entorno perfecto para una juventud
violenta, sin herramientas que ve en la agresión el mejor método de resolución de
problemas y ha abandonado a la comunidad, como la misma comunidad los ha
abandonado.
Se nos ha hecho muy fácil culpar, señalar y apuntar en redes sociales a los jóvenes
tanto agresores como víctimas, pero convenientemente dejamos de criticar a la
sociedad “adulta” y al Estado que “elegimos” que han permitido este entorno
generador de jóvenes violentos. Nuestra sociedad está rota. Nuestras familias están
rotas. Nuestro país está roto. No nos extrañe que nuestros niños, adolescentes y
jóvenes también estén rotos y abandonados. Cierro hilo.
** ¿Quién cuida al Estado de México?, la inseguridad crece ante la falta de
resultados del secretario Cristobal Castañeda. Según la columna de Carlos Loret de
este martes, en una reunión la Presidenta Claudia Sheinbaum no le creyó al informe
que le presentó en Palacio junto con el fiscal José Luis Cervantes. En Palacio
Nacional, conocen la realidad del #Edomex. Bastaron pocos meses para que los
avances logrados por Andrés Andrade, primer Secretario de Seguridad del Gobierno
de Delfina Gómez se diluyeran. Ya no hay cifras de reducción de incidencia
delictiva. El exsecretario Andrade -que renunció para atender proyectos personales-,
dejó una disminución en feminicidios del 50%; en el delito de extorsión también
logró una baja del 18%, lo que se reflejaba en una buena percepción de seguridad
de la ciudadanía, algo que hoy ya se perdió.