
Reafirma Delfina Gómez su compromiso con el Poder Judicial
CHIMALHUACÁN, Edomex., 26 de agosto de 2025.- Desde este lunes inició en Chimalhuacán la entrega de 12 mil despensas por parte de la administración municipal encabezada por la presidenta Xóchitl Flores Jiménez. Sin embargo, vecinos y líderes comunitarios denunciaron que los apoyos fueron repartidos de manera selectiva entre personas cercanas a la alcaldía y operadores políticos ligados a Morena.
Chimalhuacán es uno de los municipios más poblados del Estado de México (EMX), con más de 700 mil habitantes según el INEGI 2020, y presenta altos índices de marginación: más del 40 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza, de acuerdo con el Coneval. En este contexto, la entrega de despensas es un recurso sensible que impacta directamente en la economía de miles de familias.
Testimonios recabados señalan que los apoyos no fueron entregados con criterios de necesidad social, sino condicionados al respaldo político dentro del proceso interno de Morena para los comités de defensa de la Cuarta Transformación. Incluso, la convocatoria oficial se publicó a última hora, cuando presuntamente ya estaba cubierto el 90 por ciento del padrón de beneficiarios.
De confirmarse, estas prácticas podrían constituir un delito electoral. La Ley General en Materia de Delitos Electorales, en su artículo 7, sanciona a quienes condicionen la entrega de bienes o servicios públicos a cambio de votos o apoyo político, con penas de dos a nueve años de prisión y multas de hasta 400 días de salario mínimo.
Organizaciones vecinales exigieron la intervención de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez y del secretario de Gobierno, Horacio Duarte Olivares, para frenar lo que calificaron como una práctica de “clientelismo político” en el municipio.
Cabe destacar que el uso de programas sociales con fines electorales ha sido un problema recurrente en el Estado de México (EMX). En elecciones anteriores, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha emitido sanciones contra partidos y candidatos por prácticas similares en municipios como Ecatepec, Nezahualcóyotl y Chalco.
Con este antecedente, líderes sociales advierten que la administración de Chimalhuacán estaría repitiendo un patrón que vulnera la democracia, usando la necesidad y el hambre de las familias como moneda de cambio electoral.