
Movilidad en el Estado de México; una crisis que afecta a millones: AIMSA
CDMX, 24 de enero, 2017.- El presidente Enrique Peña Nieto, delineó los objetivos de la política exterior que seguirá México los próximos dos años en el marco del inicio del gobierno de Donald Trump en Estados Unidos. Una nueva etapa de diálogo y negociación en la relación bilateral con Estados Unidos”.
Los mensajes del presidente Peña Nieto en este 2017, han carecido de sustancia, son frases sin referentes en la realidad, sus palabras suenan lejanas del grave desastre que enfrentamos. México afronta un acelerado proceso de erosión del Estado-nación.
La respuesta de Peña Nieto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio trata de borrar que en los últimos cuatro años, su gobierno implantó políticas y medidas que transformaron al país en una enorme plataforma exportación de manufacturas bajo control y propiedad extranjera.
Para el gobierno mexicano, fue más importante la lucha contra la inflación, el déficit fiscal y la protección al capital extranjero, que el aumento del salario mínimo. Se buscó orientar la economía hacia el exterior, a la fabricación para la exportación, que la adopción de una política integral de desarrollo nacional basada en la expansión de mercado interno.
Este fenómeno no es aislado, sino que está vinculado indisolublemente a la aparición, durante la década de los noventa de una economía sustentada en la creciente participación del tráfico de drogas y el crimen organizado.
El fin del TLCAN tendrá como resultado lógico un mayor poder del crimen organizado en la sociedad, en todas las instituciones públicas y en todo el país. El “Estado de derecho” prácticamente ha desaparecido en muchas regiones del país con ello, y esta realidad lejos de disminuir crece por lo que ha surgido ahora la posibilidad de un colapso del Estado-nación.
El autor del artículo es académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM