Ahora, el Tortillazo

CDMX, 16 de enero, 2017.- Después de 20 años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) las condiciones para la producción agrícola de los campesinos han cambiado drásticamente, importamos una cantidad significativa de alimentos.

Más del 80% del comercio mexicano agrícola es con Estados Unidos. En el ciclo agrícola 2013-2014 México, importó 32% del maíz y 78% del trigo que se consumió.

Mientras que en Estados Unidos aumentaron en esos años los apoyos a la producción agrícola en México, se han disminuido o eliminado.

En este año, el aumento en el precio de la tortilla rebasó los 13 pesos por kilo, además de que refleja un incremento de 2.3 por ciento en los 16 días que lleva el año y de casi 5 por ciento respecto a enero de 2016.

El costo de este alimento puede seguir un curso ascendente.

La tortilla se vende por encima del promedio de 13.12 pesos, hasta 17 pesos o más en Mexicali, La Paz, Campeche, Acapulco, Nogales, Mérida, y en un máximo de 19 pesos en Hermosillo, de acuerdo con el Sistema de Integración e Información de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía (SE).

En cinco ciudades se dio un doble ajuste en menos de dos semanas: Culiacán, Xalapa, Zacatecas, Mérida y Monterrey.

La tortilla sigue representando el 47% de la comida que el mexicano promedio consume diariamente.

El mexicano consume, en promedio, 328 gramos de tortilla por día, lo que equivale a 120 kilos al año.

En las zonas urbanas se estima que la tortilla provee el 38.8% de las proteínas, el 45.2% de las calorías y el 49.1% del calcio en la dieta de los mexicanos.

En las zonas rurales la tortilla contribuye, con el 70% del total de las calorías, y la mitad de las proteínas ingeridas.

La tortilla continúa siendo importante, en la dieta nacional. Hoy, es más caro producir y se paga menos por la tortilla.

En el año 2010 el informe sobre «El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo», refiere que en contextos de crisis prolongadas y en países en desarrollo aumenta la proporción de niños con retraso en crecimiento, y la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años.

En nuestro país, la información más reciente data de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, (Ensanut) 2012, la cual reportó que la desnutrición crónica en menores de cinco años afecta a 1.5 millones de niños, aun cuando ha habido reducciones importantes en el último cuarto de siglo (en 1988 la prevalencia era de 26.8% y en 2012 de 13.6%).

La investigación: “La magnitud de la inseguridad alimentaria en México: su relación con el estado de nutrición y con factores socioeconómicos”, del Instituto Nacional de Salud Pública señala que “en los niños, el estado de nutrición es el resultado del acceso a diversos alimentos a precios asequibles, ricos en nutrientes; de prácticas óptimas de lactancia y alimentación complementaria, del acceso a servicios adecuados de salud y un medio ambiente saludable.

Cuando uno de estos factores no se cumple, el estado de nutrición se ve comprometido”.

En síntesis, el costo social de este aumento a la tortilla será relevante para el futuro de los niños mexicanos en condición de pobreza.
El autor de este artículo es académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.