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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de julio de 2018.- La Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA), en su tercera edición (2017), presenta información económica y estructural de las actividades agrícolas, ganaderas y forestales en México.
Permite conocer las características de la agricultura protegida, el destino y comercialización de los productos agropecuarios y forestales, las prácticas para proteger el medio ambiente, uso de tractores y maquinaria, características sociodemográficas de las unidades de producción, mano de obra, jornaleros y perspectiva de género.
Ofrece información de 34 de los productos agropecuarios y forestales de mayor interés, seleccionados a partir de su representatividad a nivel nacional y de las distintas regiones del país, por la participación que tienen en el Producto Interno Bruto.
Para obtener información de los 34 productos, se visitaron 25,800 localidades del país y se entrevistaron a 101,828 productores seleccionados.
La superficie agrícola total de las unidades de producción es de 110 millones de hectáreas (ha) y de ellas, 32.4 millones de ha (29.4%) corresponden a superficie agrícola. El 70.6% restante son agostaderos, enmontadas y otro tipo de superficies.
De las 32.4 millones de ha de superficie agrícola, el 21% es de riego y el 79% depende del agua de lluvia para su desarrollo (de temporal).
Del 98.8% de las unidades de producción agrícola, 48.5% venden todo o parte de su producción, lo que representa el 82.8% del volumen total de la misma.
De las 17 388 unidades con agricultura protegida, 54.1% son de invernadero, 9.4% son con estructura de malla sombra y 2.5% son viveros.
Los cultivos con mayor cantidad de toneladas de producción son: caña de azúcar, 56.3 millones de toneladas; maíz grano blanco, 23.1 millones; maíz grano amarillo, 8 millones; jitomate, con 3 millones; naranja, 2.9 millones; trigo grano, 3.2 millones y plátano con 2.2 millones.
Del total de las unidades de producción ganaderas, el 29.5% se dedican a la cría y explotación de bovinos.
Las cabezas de bovinos aumentaron de 28.4 millones a 31.9 millones entre 2014 y 2017, mientras que las cabezas de porcinos disminuyeron de 14.15 millones a 14.13 millones y las de aves de corral de 399.8 millones a 341.3 millones en el mismo periodo.
El 53.1% de las unidades de producción que usan tractores, los cuales, en su mayoría (44.3%) tienen más de 15 años de vida útil.
Solo 33.4% de las unidades de producción utilizaron alguna tecnología de la información y las comunicaciones (TIC´s). La más utilizadas por estas unidades fueron la telefonía celular 90.8%, seguida por la telefonía fija 20.8%. En 9.6% de las unidades de producción recurrieron al uso de Internet durante 2017.
Las unidades de producción que obtuvieron crédito o préstamo fueron el 9.9%. La mayor parte se destinó a la compra de materia prima (86%) y pago de mano de obra (48.3 por ciento).
Las principales problemáticas que enfrentan las unidades de producción para el desarrollo de su actividad son el incremento de costos en servicios e insumos (combustible, energía eléctrica, semillas y fertilizantes) y la pérdida de la cosecha o animales por fenómenos naturales, no controlables por el hombre (inundaciones, sequías, heladas y granizo).
Del 44.2% de las pérdidas biológicas, la más recurrente es por plagas, en un 40.3%, mientras que las enfermedades afectan al 21.6 por ciento.
La ENA captó un total de 11.8 millones de puestos de trabajo (contratos) como jornalero en las unidades de producción. En promedio, cada puesto de trabajo como jornalero tiene un contrato de 25 días; el trabajo de jornalero es de 7.2 horas al día con un salario de $167.70. De estos puestos, el 87.2% son ocupados por hombres y el 12.8% son ocupados por mujeres.
Tres de cada 10 mujeres empleadas en labores del campo, perciben un salario por su trabajo. En contraste, 6 de cada 10 hombres que realizan actividades agrícolas, ganaderas y forestales, reciben una remuneración por su actividad.
La información de la ENA 2017 también atiende las recomendaciones de la FAO y da continuidad a la ENA 2012 y la ENA 2014 con lo que el INEGI proporciona estadísticas continuas y útiles para la toma de decisiones, para definir políticas públicas sobre el campo, para apoyar estudios del sector agropecuario y para atender los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por las Naciones Unidas.