Balazos en el pie
EDOMEX, 4 de abril del 2017.- Desierto total en el primer evento, sillas vacías en todos y una oratoria inteligente y emotiva pero deficiente en la técnica, fue la constante en los eventos que encabezó este día la candidata de Morena, Delfina Gómez Álvarez. Presumió casi en todo lados llevar la delantera en las encuestas, lo que no fue proporcional a la asistencia en sus eventos.
Siempre apegada al discurso emotivo, ese que pretende convencer con empatía, diciéndole a la otra parte que yo pasé las mismas que tú, y por tanto soy como tú. Sirve citar estudios en escuela pública, viajes en combi, metro o autobús, por ejemplo. Todo sirve y de todo echó mano este día.
Utilizó un muy discreto operativo de seguridad, casi imperceptible. En Ecatzingo, repartió periódicos, se presentaba sencillo, «soy la maestra Delfina Gómez, candidata a Gobernadora por Morena y estoy a sus órdenes». Siempre recibió sonrisas. Cargó un gatito. Comentó que tiene seis en su casa.
En la tierra de Sor Juana Inés de la Cruz, Nepantla, pensé que por el lugar daría un buen discurso, no lo hizo y además, casi no había ni a quien. Sostuvo que la cultura es un botín político del PRI y presentó ocho puntos para hacer del tema, un factor de cohesión social.
Al medio día se conmovió con un niño que le regaló una bolsa de papas fritas. Se comió una pero sin salsita ni limoncito. Así qué chiste. Y por supuesto que no dejó pasar la oportunidad y utilizó la emotividad para echarse a la bolsa a los asistentes. Lo logró.
Hizo una pausa para comer en privado con su equipo, le entró a la cecina, por su puesto de Yecapixtla, que abunda por la cercanía con ese municipio. El sol ya quemaba para esa hora del día, 27 grados centígrados.
En Ozumba descubrió el hilo negro al decir que a los maestros les falta capacitación en las Normales, que a las escuelas les hace falta equipo y qué hay que reformar los programas educativos. Ahí también se hecho a la bolsa a unos dos o tres profesores presentes. Todo suma, claro.
Llegué a pensar que Amecameca la recibiría con más gente por la dimensión, peor tampoco. También había sillas vacías. Ahí presentó un decálogo quesque para cuando sea Gobernadora todos los funcionarios se ciñan a el.
Y siguió a Tlalmanalco, donde fue junto con pegado y eso que por esta región es donde los chicharrones de Morena truenan, dicen.