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Boda de Eruviel, acto privado para la clase política estatal, pero abierto para el gabinete presidencial
Del contexto local solo acudieron Manzur, Roa, Indalecio Ríos y cuatro ex gobernadores
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La boda entre el gobernador Eruviel Ávila Villegas y María Irene Dipp Walther fue de carácter privado para la clase política mexiquense, pero no para el gabinete federal encabezado por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, hacia donde tiene la mira puesta. Los testigos de la boda civil: los hijos del mandatario.
En reunión de gabinete, Ávila Villegas dijo a sus subordinados que no los invitaría a la celebración en la Ex Hacienda Santa Mónica de Tlalnepantla, pues solo acudirían familiares y amigos muy cercanos, incluso sugirió que de esta forma lo ameritaba la coyuntura en la entidad.
La boda generó mucha expectación en los días previos, tomando en cuenta que Eruviel permaneció soltero todo el sexenio que concluye el 15 de septiembre próximo, por lo que cientos de trabajadores que se consideran cercanos habrían querido formar parte de la lista de invitados.
El acuerdo civil y la celebración religiosa se llevó a cabo tres meses después de la muerte de Grimalda Muñoz Tovar, su ex esposa y madre de sus cuatro hijos: Isis, Raúl, Eruviel y Montserrat Ávila Muñoz, la primera mencionada fungía como presidenta del Sistema DIFEM, espacio al que renunció el viernes, pues se prevé que de un momento a otro sea tomado por la nueva primera dama de la entidad.
En la boda religiosa, que fue celebrada por el cardenal Carlos Aguiar Retes, el prelado más influyente de la entidad; estuvo presente Erasto Martínez Rojas, hombre cercano al gobernador y en la convivencia estuvieron presentes muy pocos personajes vigentes de la política mexiquense: José Manzur Quiroga, el secretario General de Gobierno; Cruz Juvenal Roa Sánchez, el presidente de la Junta de Coordinación Política de la LIX Legislatura e Indalecio Ríos Velázquez, alcalde de Ecatepec. Nadie más.
A los anteriores se suma la presencia de ex gobernadores como Alfredo Baranda García, Ignacio Pichardo Pagaza, César Camacho Quiroz y Emilio Chuayffet Chemor; no asistieron Alfredo del Mazo González ni Arturo Montiel Rojas.
Quien fue muy saludado entre los asistentes fue Alfredo del Mazo Maza, quien ganó la elección del cuatro de junio pasado y en próximas semanas recibirá la Constancia de Mayoría que lo acredite como gobernador electo.
Pero respecto del gabinete peñista, Eruviel Ávila no hizo diferencias, invitó a todos los secretarios y los titulares de la Marina Armada de México y Defensa Nacional. También acudió Claudia Ruiz Massieu, quien es la secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores priístas.
De esta forma, la boda de Eruviel e Irene Dipp estuvo plagada de personajes de la élite nacional, algunos artistas como Sergio Corona, el poderoso empresario Carlos Peralta Quintero, el periodista Joaquín López Dóriga y pocos, muy pocos actores políticos o miembros de las estructuras gubernamental o partidista del Estado de México, pues parece que para el mandatario no son prioritarios ni cercanos en sus afectos, como lo significa el gabinete presidencial.
No fueron invitados los secretarios del gabinete que se presumen amigos de Eruviel Ávila, ni miembros de la estructura del PRI mexiquense, tampoco los aspirantes a la candidatura a gobernador, del proceso más reciente. Menos aún la alcaldesa de Tlalnepantla, Denisse Ugalde Alegría, donde se llevó a cabo la celebración.
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