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TEMASCALAPA, Edomex., 3 de marzo de 2025.- A pesar de ser una instalación bajo resguardo federal, el Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos (CADER) en este municipio fue clausurado por el ayuntamiento municipal, una acción que podría derivar en consecuencias legales para el alcalde Alan Martínez Cervantes.
Vecinos de la zona se sumaron a la medida, reforzando la clausura con una gran barrera de tierra y montando guardias permanentes en el acceso principal para impedir el ingreso de más desechos radiactivos y personal del sitio.
El presidente municipal argumentó que la clausura se efectuó conforme a la ley, asegurando que la administración municipal cumplió su palabra de proteger la salud de los ciudadanos. “Lo que hicimos fue conforme a derecho, y como lo habíamos anticipado, nosotros no mentimos”, declaró.
Desde hace décadas, habitantes de comunidades cercanas han denunciado afectaciones a su salud atribuidas a las radiaciones provenientes del CADER. Vecinos de San Juan Teacalco, Maquixco y otras localidades aledañas aseguran que solo en lo que va del año, han fallecido 12 personas por enfermedades asociadas a la exposición radiactiva, como cáncer e insuficiencia renal. “En esta última semana, hubo una gran cantidad de decesos en la comunidad, sobre todo de personas jóvenes”, afirmó un residente.
Julieta Álvarez, una de las vecinas afectadas, relató que su sobrina, de 38 años, padece cáncer terminal y que ella misma descubrió un tumor hace seis años. “Nos sentimos desprotegidos. No sabemos qué consecuencias seguirán apareciendo en nuestra salud”, lamentó.
Justifican clausura
El ayuntamiento justificó la clausura del CADER al señalar una serie de irregularidades administrativas, entre ellas la falta de dictamen de protección civil, la ausencia de licencia de funcionamiento y de construcción, e incluso el pago de predial, ya que está registrado como si fuera un predio de uso agrícola. “Este lugar no tiene la documentación adecuada para operar. Por eso actuamos”, enfatizó un funcionario municipal.
El CADER, operado por el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), se encuentra en el kilómetro 18.5 de la carretera Tizayuca-Otumba y ocupa una extensión de 16.4 hectáreas. Desde su creación en 1970, ha almacenado desechos radiactivos de origen industrial, médico y de investigación. Entre los materiales resguardados se encuentran 96 toneladas de varilla contaminada con Cobalto-60.
Sin embargo, expertos en materia de seguridad nuclear han advertido que la clausura municipal podría ser revocada, ya que la regulación de este tipo de instalaciones es competencia exclusiva del gobierno federal. De proceder legalmente, el alcalde Alan Martínez podría enfrentar sanciones por haber actuado fuera de su jurisdicción.
Siguen a la expectativa
Por su parte, la comunidad sigue a la expectativa, exigiendo estudios actualizados sobre la radiación emitida por el CADER y el impacto real en la salud de los habitantes. “Existen demasiadas enfermedades inexplicables. Queremos saber la verdad y que se haga justicia”, concluyó un vecino.
Sin embargo, la clausura de una instalación federal como el CADER excede las atribuciones del ámbito municipal. Por lo tanto, cualquier acción relacionada con la clausura o reubicación del centro requeriría la intervención de las autoridades federales competentes en materia de energía y seguridad nuclear.
El material radiactivo almacenado en el Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos (CADER) de Temascalapa proviene de diversas fuentes dentro de México. Principalmente, se trata de desechos generados por actividades industriales, médicas, de investigación y de generación de energía.
Aquí te detallo las principales fuentes:
Industria: Muchas empresas utilizan materiales radiactivos en procesos como la radiografía industrial (para inspección de soldaduras), la fabricación de sensores y la minería. Cuando estos materiales llegan al final de su vida útil, deben ser almacenados en instalaciones como el CADER.
Sector médico: Hospitales y clínicas usan isótopos radiactivos en tratamientos de cáncer (radioterapia) y en estudios de imagenología (medicina nuclear). Ejemplos de estos materiales incluyen el Cobalto-60 (60Co) y el Tecnecio-99 (99mTc), cuyos residuos requieren un almacenamiento seguro.
Investigación científica: Universidades y centros de investigación emplean materiales radiactivos en estudios de biología, física y química. Algunos de estos materiales terminan en el CADER una vez que dejan de ser útiles.
Energía nuclear: Aunque México solo tiene una planta nuclear (Laguna Verde, en Veracruz), parte de los desechos generados por su operación o mantenimiento pueden ser enviados al CADER para su almacenamiento temporal.
Accidentes con fuentes radiactivas: Un ejemplo famoso fue el incidente de 1984 en Ciudad Juárez, donde varilla de construcción contaminada con Cobalto-60 terminó distribuyéndose en diversas estructuras del país. Parte de ese material fue recuperado y almacenado en el CADER.
En general, este sitio sirve como un depósito para evitar que estos materiales radiactivos terminen en lugares inseguros y representen un riesgo para la población y el medio ambiente.
Si el Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos (CADER) de Temascalapa fuera definitivo sin una alternativa adecuada, se generarían varias consecuencias, tanto ambientales como sociales y económicas:
Falta de un sitio seguro para almacenar residuos radiactivos
El CADER es el único sitio en México diseñado específicamente para almacenar desechos radiactivos de manera controlada. Si se cierra sin un reemplazo, los residuos generados por hospitales, la industria y la investigación podrían quedar sin un destino adecuado, aumentando el riesgo de:
Almacenamiento ilegal o inadecuado, lo que podría generar contaminación radiactiva.
Riesgos de exposición para la población, si los materiales terminan en vertederos comunes o en el medio ambiente.
Posibles accidentes
Si no hay un sitio oficial para almacenar estos desechos, podrían quedar mal resguardados o incluso ser abandonados. En el peor de los casos, algunos podrían ser robados, lo que incrementa el peligro de:
Exposición accidental de personas sin conocimientos sobre radiación.
Uso indebido en actividades delictivas, ya que ciertos materiales radiactivos pueden ser empleados para fabricar dispositivos de dispersión radiológica (conocidos como “bombas sucias”).
Afectaciones a hospitales y la industria
Los hospitales y clínicas que usan materiales radiactivos para radioterapia y diagnóstico por imagen tendrían problemas para desechar sus residuos de manera segura. Esto podría llevar al aumento en los costos de operación por tener que exportar los desechos a otro país.
Disminución en la disponibilidad de tratamientos médicos, afectando a pacientes con cáncer y otras enfermedades.
Paralización de ciertas industrias, como la minería y la manufactura, que dependen de equipos con fuentes radiactivas.
Costos elevados para la reubicación
Cerrar el CADER no significa que los residuos desaparezcan. Si se decide trasladarlos a otro sitio, se necesitaría un nuevo terreno con condiciones geológicas adecuadas.
Inversiones en infraestructura para garantizar el almacenamiento seguro.
Cumplimiento de regulaciones internacionales, lo que podría tardar años y costar millones de pesos.
Impacto en la comunidad de Temascalapa
Si bien algunos habitantes piden su cierre por miedo a la radiación, también habría afectaciones en términos de empleo y desarrollo local, ya que el CADER genera trabajos directos e indirectos en la zona. Además, si el sitio es abandonado sin un plan adecuado, podría convertirse en un punto de contaminación radiactiva sin mantenimiento.
El cierre del CADER sin una alternativa bien planificada generaría más problemas de los que pretende solucionar. Lo ideal sería una modernización o reubicación controlada, asegurando que los desechos sean manejados correctamente y sin poner en riesgo a la población.
El Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos (CADER) en Temascalapa fue clausurado el 2 de marzo de 2025 por autoridades municipales encabezadas por el alcalde Alan Martínez Cervantes, junto con vecinos de la comunidad. Durante la protesta, colocaron sellos de suspensión definitiva en las instalaciones del CADER, operado por el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), debido a preocupaciones sobre riesgos y afectaciones a la salud y al medio ambiente.
Es importante destacar que, aunque las autoridades municipales llevaron a cabo esta clausura, el manejo y regulación de desechos radiactivos son competencias federales en México. Por lo tanto, la clausura realizada por el municipio podría considerarse más como una medida de presión simbólica que una acción con efectos legales definitivos. La resolución final sobre el funcionamiento del CADER dependerá de las autoridades federales competentes en materia de energía y seguridad nuclear.