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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de febrero de 2017.- A medio siglo de que las naciones latinoamericanas y caribeñas se convirtieron en la primera Zona Libre de Armas Nucleares (ZLAN) con el llamado el Tratado de Tlatelolco, el presidente Enrique Peña Nieto llamó a redoblar esfuerzos para alcanzar la paz y la seguridad en todas sus expresiones, por ello señaló que un gran reto es combatir el tráfico ilegal de armas de fuego.
“A nivel mundial, 44 por ciento de las muertes violentas son provocadas por armas de fuego. Cada año mueren alrededor de 740 mil personas a causa de armas pequeñas y ligeras”, expresó el Primer Mandatario en un mensaje durante la 25 sesión de la Conferencia General el Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (OPANAL).
Aunque se ha construido un andamiaje multilateral para evitar el tráfico de armas de fuego y municiones, Peña Nieto aseguró que la región latinoamericana es una de las más afectadas por este “flagelo”.
En presencia del secretario general del OPANAL, embajador Luiz Filipe de Macedo Soares, y acompañado del Canciller de México, Luis Videgaray Caso, el Presidente de la República enfatizó en la necesidad de trabajar para hacer efectivo el Tratado de Comercio de armas de fuego.
De esta manera, refrendó el compromiso del Estado mexicano para lograr que América Latina y el Caribe continúe siendo una zona de paz y desarrollo, libre de armas nucleares, así como de violencia que continúe fortaleciéndose a través del diálogo, el derecho y la cooperación internacional.
Desde la Independencia de México, Peña Nieto refirió que los países latinoamericanos y caribeños han estado unidos por causas e ideales; “pienso en la solidaridad que expresaron nuestros libertadores en el siglo 19, en la búsqueda de la democracia y la libertad, para proscribir las armas nucleares a través del Tratado de Tlatelolco”, subrayó. Frente a la conjetura internacional, dijo que el mundo observa la unidad latinoamericana de donde aseguró que México es y siempre será orgullosamente latinoamericano.
En nombre de todos los mexicanos, el Presidente de la República agradeció el respaldo de los países de la región. Apuntó que “los buenos amigos destacan en los momentos de dificultad y para los mexicanos ha sido emotivo recibir su respaldo”.
Sobre el Tratado de Tlatelolco, aseguró que ha sido una de las contribuciones más contundentes, notorias y propositiva de los países latinoamericanos y caribeños a la paz y la estabilidad mundial. A 50 años de la firma de este Acuerdo, afirmó que muchos de los paradigmas sociales, económicos y políticos han cambiado para bien; sin embargo, señaló que existen amenazas que siguen latente, entre ellas, el poder destructivo de las armas nucleares, el cual es quizá el más grave.
Por ello, consideró urgente e inaplazable avanzar hacia una norma universal de proscripción de las armas nucleares, del cual adelantó que los países de América Latina y el Caribe están decididos sustantivamente a la prohibición de éstas conforme al mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas.