
Dan golpe al despojo de propiedad ilegal en el Edomex con Operación Restitución
TOLUCA, Edomex., 17 de mayo de 2025.- El Estado de México atraviesa su peor crisis agrícola en décadas. La siembra de maíz, uno de los pilares de la alimentación mexicana, ha disminuido un 70 por ciento en los últimos seis años, y este 2025 se prevé que la tendencia continúe. Hoy, apenas el 15 por ciento de las hectáreas destinadas al cultivo fueron sembradas, reveló Vicente Álvarez Delgado, presidente del Sistema Producto Maíz en la entidad.
El impacto no solo se refleja en el campo, sino en la mesa: de producir 2 millones de toneladas anuales, ahora solo se generan cerca de 500 mil toneladas: “estamos dejando de hacer tortillas para al menos 9 millones de personas”, advirtió Álvarez. La palabra que más se repite en boca de los productores es: autosuficiencia. Y es justo lo que se está perdiendo.
La realidad puede verse desde la carretera Toluca-Atlacomulco. Predios vacíos, tierras áridas y municipios emblemáticos como Ixtlahuaca, Jocotitlán o Almoloya de Juárez, que en otro tiempo eran líderes en producción maicera, ahora lucen abandonados. La falta de siembra no solo es visible, es alarmante.
“Así está todo el estado. Ya no hay siembras de maíz”, explicó Álvarez, quien también mencionó que otros municipios como Acambay, Aculco o Jiquipilco siguen el mismo patrón. El retroceso productivo afecta a más de 200 mil productores mexiquenses.
La raíz del problema no está únicamente en la tierra o el clima, sino en el abandono institucional. Álvarez acusa que, desde el inicio del gobierno de Delfina Gómez, no han existido políticas públicas efectivas para el sector agrícola. Los apoyos, dijo, se han destinado casi exclusivamente a pequeños productores, sin capacidad para sostener una producción a gran escala.
“No se trata de quitarles el apoyo, pero también necesitan capacitación. Necesitamos políticas que garanticen la autosuficiencia del maíz, y eso no existe hoy”.
A esto se suma la falta de perfiles técnicos en las secretarías estatales y federales del campo. “No saben lo que necesita el productor. No hay comunicación, ni estrategia, ni visión de largo plazo”, añadió.
La falta de maíz nacional ha abierto la puerta a otro fenómeno preocupante: la importación masiva de maíz transgénico. Aunque su siembra está prohibida en México, su ingreso como alimento o insumo industrial ha sido tolerado por el gobierno.
“Eso ha destruido el mercado nacional. ¿Cómo compites con un producto más barato, aunque sea de menor calidad?”, reclamó Álvarez. El precio por kilo ha caído de 10 a 7 pesos, afectando directamente el ingreso de los productores locales.
El cambio climático ha alterado los ciclos de siembra. Antes se sembraba en marzo; hoy las lluvias son tan impredecibles que nadie quiere arriesgarse. “Si no hay certeza, no se siembra. Nadie trabaja para perder”, lamentó el dirigente.
La autosuficiencia alimentaria del país pende de un hilo. El Edomex, símbolo del maíz nacional, se apaga. Y con él, el futuro de la tortilla, del campo y de millones de hogares mexicanos.