
Guillotina Política
¿Qué sucedía en la mente prodigiosa de Nicolás Maquiavelo?… ¿cómo pudo retener tanto conocimiento de los hechos del pasado atendiendo el grave estudio de la política, la vida en sociedad y las ambiciones de los grandes señores de su tiempo. Hombre de lecturas y de una gran capacidad para atender los hechos que eran ciertos en su tiempo, sin inventar cosas por simpatía o antipatía, daba lección a cronistas de su tiempo y a los que ahora le estudiamos en sus obras sobre política, historia o militarismo.
El libro El arte de la guerra, expresa una sabiduría que seguramente hubieran querido tener Reyes y príncipes de Europa, en tiempos de feudalismo donde se comenzaba a gestar la época moderna, al nacer los burgos y en sentimiento de la propiedad privada que cambiará para siempre, lo que fueron siglos de feudalismo y Señoríos donde ejércitos de múltiples composiciones estaban de moda.
Por eso el estudio de este libro permite ver a cada paso la angustia sobre ¿Cómo se debe de formar el ejército que ha de defender el territorio feudal… los territorios de los Reyes de la Italia, fraccionada hasta el colmo; o de la Francia con sus fortalezas y debilidades; de un territorio pequeño como lo era y es Suiza, pero que despertaba en su actuar militar mucha admiración en aquel tiempo. Todo ello es motivo de estudio e investigación para quien como Maquiavelo desea saber: ¿Cómo es que se ha mantenido lo que hoy es Suiza, y cómo es que a pesar de la tortuosa historia de la Europa de esos siglos y hasta nuestra era moderna —sobre todo del siglo XX con la presencia nazi a las puertas de su territorio— supo estar al margen de la carnicería que desató el nazifascismo en el siglo pasado?
Maquiavelo sabe mucho de dominios principescos o de Señorías de su tiempo y también, de la cultura que hace al verdadero “Cronista” al comprenderlecciones del pasado. No era un ‘lorito’ que repitefechas, nombres, culturas, lenguas, o dominios, que como en el caso de Arabia, ejerció sobre España su dominio por casi ocho siglos.
Todo estudio de historia en Maquiavelo se convierte en pasión de vida. Podemos imaginarlo leyendo y leyendo a la luz de las velas o antorchas de aquellos tiempos. No hay duda que en vida Nicolás Maquiavelo fue uno de los lectores más relevantes de su tiempo. Tal como lo es Carlos Marx para el siglo XIX o Jorge Luis Borges para el siglo XX.
Todo gran estudioso de una materia o especialidad humana destaca por sus lecturas una y otra vez. Por eso Sor Juana Inés de la Cruz pide que debemos “Leer, leer y más leer y estudiar y más estudiar”. El Cronista y Padre de la Ciencia Política hizo esto en vida. Y ello bastaría para ser reconocido a través de los siglos —pero no es suficiente—, pues como nadie supo estudiar e investigar sucesos de vida cotidiana; especializándose en la vida social, política, económica y de diversas maneras, eneducación: al comprender y valorar a hombres y mujeres por lo que saben y opinan.
Lee mucho seguramente en aquellos libros hechos a mano. Pero también en la experiencia cotidiana hace el seguimiento de un personaje como César Borgia, hijo del Papa Alejandro VI, al que tanto admira por su sed de poder político y su sentido común al practicarla.
En charla entre su admirado Cosimo Rucellai y Fabricio Colonna, sigue la trama de lo que dicen,con orden y precisión de sus palabras: para desmenuzar el tema del militarismo como máximo peligro de los reinos y sus gobernantes. Señala elocuente con terror de los males que el militarismo trae a la vida de aquellos tiempos tan críticos en la Europa central. Sabe sacar conclusiones a través del tiempo de cómo es que la tradición militar ha tenido fortalezas, pero sobre todo debilidades por su voracidad de riqueza y poder político.
Bien escribe que para contar con fortaleza segura el ejército de un reino o una república se debe componer de ciudadanos del mismo reino. Tener cuidado de no componerlo de extranjeros, a los que hoy llamamos ‘mercenarios’, pues siempre han de terminar traicionando al Rey o al príncipe. Con severidad Cosimo dice que ¡Cuidado! al darles demasiado poder, porque la ambición de quedarse con el reino ha de surgir más temprano que tarde.
De las fortalezas que un ejército debe tener es que el componente social cuenta mucho. De esta manera propone que la infantería se componga de campesinos, pues su fuerza física y sentido común para atacar en tierra les es más propio que a los de la alta sociedad donde imperan los aristócratas. Para los integrantes de la alta sociedad de su tiempo lo adecuado es que compongan la caballería.
Riqueza de los siete capítulos del libro referido comienza dando una lección que aparece en el relato de Maquiavelo al hablar de Cosimo: “Lo más reciente que puedo citar de solidez de sus razonamientos. Lo más reciente que puedo citar de él es la discusión que mantuvo con Fabricio Colonna no hace mucho tiempo, dentro de sus jardines, en el cual, Colonna trató ampliamente de cosas de guerra, preguntándole de ellas a Cosimocon gran tino y prudencia. Yo y otros amigos presenciamos las conversaciones, y voy a narrarla para que éstos recuerden nuevamente el talento y las virtudes de Cosimo y los que no asistieron a ella, lo lamenten y aprovechen los útiles consejos que, no sólo relativos al arte militar, sino también a la vida civil, dio uno de los hombres más sabios de esta época”.
Cada página de Nicolás es lección de vida. Al reunirse los jóvenes de aquellos años, se comprende la pasión por el libro que escribe de sus viajes por el oriente de aquél mundo desconocido; el texto de Marco Polo, titulado: El Millón, es lección viva de la fe en el conocimiento que había en aquella Europa, que está despertando al nuevo sentido de la vida, pensar menos en Dios y buscar la vida cotidiana en sus extensos paisajes y nuevas riquezas que ofrece en sabiduría de cultura y en dominio sobre los recursos que ofrece la naturaleza.
Lección de lo que escribe en este texto Maquiavelo: es que en aquellos años de fin del feudalismo, los seres más apreciados eran los vecinos o extranjeros que viajaban por Europa y a otros confines que llevaban a el África y al Asia. Por ello, charlar con diplomáticos, aventureros, militares de época, comerciantes y mercenarios a su llegada eranescuela viva de la que aprendían tanto.
Maquiavelo tuvo en los libros —muchos de los que leyó—, en su experiencia de vida al interior de suvida familiar y social que fue Florencia, donde nació; y en su sed de saber al acercarse a quienes viajantes por múltiples motivos traían a su vida nuevas lecciones y aprendía lecciones de hechosque al no conocerlos, le renovaban conocimientos que él convirtió en lecciones de vida para la posteridad. Ese es su genio.
De eso se trata el libro El arte de la guerra, y bien hacemos el acercarnos al florentino, para que en cada página y cada párrafo vivamos su tiempo, que él supo dibujar dándonos lecciones de cómo es que se comporta un Cronista de verdad al escribir de su tiempo. Pues el pasado que es para historiadores tan reconocido como el italiano Francesco Guicciardini, bien le merecía respeto pero no era suficiente. Al dar un paso a delante y retratar su tiempo: en el campo de la política y la vida social, le hizo ganar el mérito de ser reconocido a la posteridad como “Padre de la Ciencia Política” hasta este siglo XXI en el cual vivimos.