
Elecciones y justicia social
TOLUCA, Edomex, 29 de julio de 2025.- Bobby Pulido nunca tuvo como prioridad la fama, el glamour ni los viajes como estilo de vida, aunque el cantar y la música ya los llevaba en la sangre por ser hijo de uno de los precursores del Tex Mex. El éxito que obtuvo hace tres décadas, cuando irrumpió en las listas de lo que hoy se conoce como música regional mexicana, lo alejaría de uno de sus proyectos juveniles.
Cuando la fama lo abrumó con Desvelado, estaba por terminar la carrera universitaria en Ciencias Políticas en la Universidad de St. Mary’s (Texas), y nunca perdió el deseo de ejercer dicha profesión. Su decisión de concluir su etapa como cantante es definitiva y tajante, convencido de que, así como mantuvo el legado de su padre, también puede cumplir el sueño de servir a la gente como lo aprendió desde niño.
“No me quejo de mi carrera, pero ya tengo 52 años y empiezo a pensar en mi legado: ¿qué voy a dejar a mis hijos y nietos? El legado musical es algo bonito, pero siento que estoy desperdiciando una parte de mí que existe; quiero proponer cosas importantes para el futuro de mis hijos. Me gradué como politólogo y me titulé porque tengo el don de servir a mi gente, que tanto lo necesita”, compartió.
El intérprete de Se murió el amor y Le pediré anunció en conferencia de prensa que su retiro musical no es temporal como en otros casos, y dejó claro que este año será la última vez que suba a los escenarios. Aunque la decisión le duele, quiere hacerlo bien y con plena conciencia: “Dejar la música me va a doler mucho, pero estoy seguro de que hago lo correcto. No sé qué me depare el futuro, solo Dios lo sabe. Me postularé en Texas como diputado federal, ya estoy en campaña y lo quiero hacer muy bien; para eso me preparé”.
Aunque procura no mezclar la política con la música, Pulido señaló que actualmente el mundo está polarizado, algo perjudicial para la democracia. “Debemos enfocarnos en los problemas reales, buscarles solución escuchando a la gente. La polarización no ayuda a nadie. Hay que hacer buena política, ayudando, y en eso estaré enfocado”, subrayó.
Para el público del Valle de México, Bobby ofrecerá su último concierto el próximo 9 de agosto en el Auditorio Nacional, donde presentará sus dos últimas producciones: Una tuya y una mía, concepto en el que rinde tributo junto con sus ídolos y amigos. En esta presentación, podrá cumplir el sueño de que su padre suba al escenario del Coso de Reforma: “Mi papá, a pesar de ser un referente de la música texana, nunca pudo estar en el Auditorio. Ahora podré cumplir ese sueño, cantaremos juntos dos temas: uno que él me dedica y otro que yo le dedico. Será un momento único”.