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TOLUCA, Edomex., 28 de septiembre de 2017.- El 19 de septiembre la vida de miles de personas cambió a raíz del terremoto de 7.1°que azotó a varios estados del país. El ambiente de desánimo e inseguridad impregnó el aire provocando casos de estrés post traumático entre la población, “el origen viene de una pérdida emocional o física”, informó la maestra en psicoterapia Esther Fonseca.
Los síntomas del estrés post traumático pueden afectar tanto en adultos como en niños. En el caso de los pequeños, las señales que pueden presentarse son hiperactividad, falta de apetito, insomnio, pesadillas, llanto y apatía. Además de volverse hipervigilantes, presentar flash backs (revivir la experiencia una y otra vez) y bajar su rendimiento escolar.
Como recomendación, la experta invita a los padres de familia a exponer lo menos posible a los infantes a las noticias sobre el desastre, pues puede detonar ansiedad. También es importante tratar de integrarlos lo más rápido a sus actividades “hay que pasar a la normalidad, dejar atrás el peligro, hacerlos entender que se puede recuperar la normalidad, la armonía”.
Además es importante dejar que ellos platiquen sobre lo que vivieron para que comprendan que es una situación que está en el pasado y así “darse cuenta que poco a poco puede ir asimilando y ya no sea algo que los lleve a una situación de ansiedad y comiencen a relajarse y darse cuenta de que esto ya lo vivieron”, aseguró la experta.
Durante las primeras semanas siguientes al sismo es normal presentar cuadros de este padecimiento, sin embargo hay que estar alertas en el comportamiento del menor “después de un mes si estos síntomas se agudizan lo que pueden desarrollar es un trastorno por estrés postraumático más grave que les impida llevar una vida normal y funcional”, por ello la experta asegura que para ayudar a quien se encuentre en esta situación es necesario buscar a un psicólogo que apoye a su recuperación. Además hay que tener en cuenta que habrá casos en el que se necesite de un psiquiatra, pues puede llegar a presentarse signos de depresión que puedan llevar al suicidio, sobre todo en niños que han perdido a un familiar o sus hogares.
La recuperación puede tardar meses y alguno de los métodos utilizados para ocuparlos es la terapia de juegos y el psicodrama.