Delfina le entra a una «guajolota»

ECATEPEC, Edomex, 8 de abril de 2017.- Ya había desayunado, pero no le dijo que no a una «guajolota», ¡sería un pecado!. Nadie o casi nadie puede resistirse a esa bomba deliciosa de calorías, unas mil, más el atole unas mil 500.

Tradicionales desde la época prehispánica y muy arraigados en el centro del país. En los tianguis confluyen todo el «populo», son puntos obligados para todos los candidatos. Los hay que nunca en su vida han pisado uno.

Está mañana Delfina Gómez, candidata de Morena al gobierno mexiquense, recorrió uno el de la Unidad Fovisste en el municipio más grande del país, Ecatepec. Es el tercero que visita.

Una «guajolota» no es otra cosa que un bolillo, birote o telera, con un tamal adentro, ya sea frito, por aquello se sentir lo crujiente en el paladar o así, recién sacadito de la vaporera.

Y así comenzó el sexto día de su campaña, algo lenta aún, para ganar la confianza de los once millones de mexiquenses.

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