
«Abro Hilo»/La paradoja de Gatell…
En todo régimen político, la relación entre gobierno y sociedad se mueve entre un delicado equilibrio, que cuando se rompe a causa de un ejercicio de gobierno autoritario, la sociedad se enfrenta tremendos dilemas tales como; hacer para contener, hacer para transformar, o, dejar pasar.
La historia demuestra que los gobiernos pueden actuar como administradores del bien común, pero también como fuerzas opresoras, especialmente cuando concentran poder, eliminan contrapesos y silencian voces críticas. Los ciudadanos deben estar alertas y activos para responder en consecuencia.
Frente a estos embates que perjudican de una manera o de otra. ¿Cuál es el papel que debe jugar la ciudadanía?
En Trabajadores y Productores de Movimiento Ciudadano se considera que, el primer paso es, no perder de vista el caos, porque cuando se pierde, simplemente succiona al individuo extraviado, haciéndolo parte de él.
Luego entonces, reconocer el campo de batalla es indispensable. Permite advertir y prevenir efectos negativos múltiples. Pérdida de credibilidad ciudadana en las instituciones, hecho que genera repercusiones desfavorables para la población. Cuando el poder público actúa solamente en beneficio de sus seguidores, miente sistemáticamente y utiliza el aparato del Estado para reprimir la crítica de quienes se oponen a su modelo de gobernanza, debe ser, motivo de advertencia. Estas situaciones producen apatía, abstencionismo, atraso y desmovilización social, situación que fortalece el autoritarismo.
Por lo tanto, los gobiernos autoritarios promuevenintencionalmente división social mediante polarización y confrontación entre los ciudadanos. Este ambiente de fragmentación social, impide la articulación de una resistencia colectiva fuerte, hecho que representa una ventaja para el estado. Una sociedad desarticulada, siempre será vulnerable.
El desafío para la sociedad en este desfavorable contexto, es cultivar una cultura de diálogo, de conciencia crítica. Obtener y divulgar información estratégica, generando conciencia ciudadana activa para la construcción de puentes de comunicación entre los diversos sectores de la sociedad, alentando el empoderamiento de la población, para la defensa eficaz de sus causas comunes.
Otro frente por atender es cuando se criminaliza la disidencia, vigilando periodistas, activistas, ciudadanos y líderes comunitarios, limitando así su derecho a la libre expresión, lo que contribuye al debilitamiento de la democracia y al aumento significativo del autoritarismo.
Ante esta situación la sociedad debe responder con organización, determinación, visibilidad internacional y estrategias de resistencia no violentas, activismo ciudadano permanente, con información, denuncia, exigencia de legalidad y presión pública.
Los otros “datos” son aquella información que falsamente utiliza el gobierno para manipular la verdad, controlando medios y usando propaganda como herramientas poderosas para manipular la percepción pública.
Ante esto, el desafío es fortalecer medios independientes, fomentar el pensamiento crítico, educar, formar y adiestrar a la población en activismo ciudadano, para que la ciudadanía, no se conforme con la narrativa del gobierno siempre cargada de mentiras.
Algunos ejemplos concretos y poderosos de logros obtenidos por la sociedad civil organizada en diferentes contextos del mundo y de México, son prueba de que cuando la ciudadanía se une, informa, resiste y actúa con determinación, genera cambios significativos, incluso frente a gobiernos autoritarios. Los ejemplos son múltiples; «movilización contra el Apartheid en Sudáfrica, Revolución pacífica en Europa del Este a través de protestas masivas de organizaciones civiles y resistencia no violenta en Alemania del Este y Checoslovaquia, donde los pueblos derribaron el Muro de Berlin, así como regímenes comunistas, sin recurrir a la guerra, que decir de la Primavera Arabe».
En éste lado del mundo, el movimiento MeToo contra la violencia de género. El movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad encabezado por Javier Sicilia, Vivos se los llevaron, Vivos los queremos reclaman los padres de los alumnos desaparecidos de Ayotzinapan. Las exigencias de justicia para la familia Le Barón, el #YoSoy132 que significó un despertar político de los jóvenes, contra la política neoliberal. El exigente Ya Basta contra las extorsiones. Voces de productores limoneros y ahuacateros en Michoacan que exigen de forma enérgica y estridente protección y justicia». La Ley 3 de 3 contra la corrupción, la Comisión para la verdad de Ayotzinapan, las organización de múltiples grupos de MADRES BUSCADORAS de sus hijos desaparecidos en todo el país.
Estos ejemplos demuestran que la sociedad civil organizada puede frenar abusos, promover justicia y provocar cambios estructurales, incluso frente a gobiernos hostiles y corruptos. La clave es la unidad, acción colectiva permanente, perseverancia y un activismo implacable que se refleje en las calles, en las familias, en las urnas, ante los diversos gobiernos y congresos, exigiendo que las políticas públicas favorezcan a la sociedad y no actúen en su contra.
La sociedad organizada, ha logrado revertir el curso de la historia ante regímenes abusivos. Nosotros podemos hacerlo también. La clave está en la conciencia colectiva, la solidaridad y el compromiso ciudadano, con valores como justicia, libertad y dignidad humana.
No se trata solo de resistir, sino de evolucionar. Para esto, cada persona cuenta.