
Texcoco, sede del Nacional Flag LFA
TOLUCA, Edomex., 25 de octubre de 2017.- El 25 de octubre de 1997 pudo haber sido un día más. Pero no lo fue. Esa tarde, en Núñez, se marcó un antes y un después en la historia del futbol mundial.
Como en tantas otras ocasiones, River y Boca se enfrentaron en el estadio Monumental. Entró River, entró Boca y todo fue una fiesta. Hernán Díaz a la cabeza de los locales, Diego Armando Maradona al frente del Xeneize.
Como fue habitual en su carrera, todos los flashes fueron con Maradona. Ese día, el 10 fue titular en la victoria por 2 a 1 en el Superclásico en el estadio Monumental.
En la primera etapa, Sergio Berti abrió el marcador para el local y parecía opacar la despedida del mejor jugador del mundo.
En el entretiempo, Maradona acusó una contractura y el «Bambino» Veira decidió reemplazarlo por Juan Román Riquelme, que había debutado en Boca en noviembre del año anterior. Gracias a los tantos de Julio César Toresani y Martín Palermo, el Xeneize logró dar vuelta el resultado.
Luego de aquel partido, en medio de rumores sobre una supuesta muerte de su padre (la cual no ocurrió), y un nuevo doping positivo (que luego fue desmentido por el resultado del control), Diego decidió poner fin a su impresionante trayectoria deportiva, en su cumpleaños número 37.
«Este retiro es definitivo, me lo pidió mi viejo llorando. No puede ser que mi familia sufra tanto con cada control antidoping, que la ola de rumores nos envuelva», lanzó el Diez, que cerró su carrera con 692 partidos, 352 goles, 11 títulos, y millones de emociones.