
Niñas deambulaban por las calles mientras a sus padres les pedían dinero
MORELIA, Mich., 18 de enero, 2017.- Un niño que dispara contra sus compañeros y maestra, luego a él mismo y ahora está muerto, y el debate se circunscribió buena parte de día al hecho de que haya sido publicado el video por algunos medios de comunicación.
Ambas situaciones hablan de una sociedad torcida en sus valores.
Desde que se dio a conocer el hecho ocurrido en un colegio de Monterrey, Nuevo León y comenzaron a circular los videos, empezó la controversia si debían difundirse o no en los medios de comunicación, sobre todo tomando en cuenta que se trataba de niños.
Hubo algunos medios que abiertamente externaron sus opiniones, unos en contra de publicar las imágenes y otras a favor, argumentando que no se puede cerrar los ojos ante la realidad.
Sin embargo, hay legislación al respecto: la Ley General de Víctimas establece que las víctimas tendrán derecho a “la protección del Estado, incluido el bienestar físico y psicológico y la seguridad del entorno con respeto a la dignidad y privacidad de la víctima, con independencia de que se encuentren dentro de un procedimiento penal o de cualquier índole”.
En tanto que el Código Nacional de Procedimientos Penales indica que las víctimas tienen el derecho “Al resguardo de su identidad y demás datos personales cuando sean menores de edad, se trate de delitos de violación contra la libertad y el normal desarrollo psicosexual, violencia familiar, secuestro, trata de personas o cuando a juicio del Órgano jurisdiccional sea necesario para su protección, salvaguardando en todo caso los derechos de la defensa.”
Sin embargo, lo realmente grave es el hecho ocurrido, calificado por el diario Excélsior como la peor tragedia escolar de que se tenga memoria en México; una descomposición social que ya no es sólo de adultos, sus causas y consecuencias.
Todo eso es lo terrible. Ver o no las imágenes, no cambiaría el hecho, ni tampoco contribuye a crear conciencia. Alguien dijo, “legislación sobra, lo que falta es sensibilidad”.