Digamos “Sí” al Frente Amplio electoral, de gobierno y parlamentario

-PRD con capacidad para determinar resultados, decisiones y políticas públicas

Amig@s de Quadratín, les deseo una semana muy productiva en todos los aspectos.

El sábado próximo, si no hay sorpresas, el Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) tomará una importante decisión sobre su política de alianzas rumbo a 2018.

#Pensemos insiste en que sólo una gran coalición podrá derrotar, definitivamente, al régimen autoritario.

Una alianza amplia puede ganar, pero son insuficientes los acuerdos meramente electorales. Ningún gobierno tendrá fuerza y legitimidad donde sólo vota la tercera parte de los electores y el ganador obtiene el apoyo de apenas 1 de cada 5 ciudadanos. La coalición, por tanto, debe ser para ganar y también gobernar.

El PRD es una fuerza política nacional, con representación en todos los estados del país, con gobiernos municipales y estatales, con legisladores en todo el territorio mexicano.

Dos décadas consecutivas hemos gobernado la capital del país y la ciudad más grande de México; ahí hemos cambiado el rostro de las políticas sociales, el ejercicio de los derechos ciudadanos, construido pluralidad y tolerancia.

Solos o en coalición, en distintos momentos, gobernamos Baja California Sur, Zacatecas, Nayarit, Sinaloa, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Tlaxcala y Quintana Roo. De norte a sur y de frontera a frontera, hemos sabido hacer gobierno con la defensa de las causas sociales, luchado por un México más democrático, próspero y justo.

Sin el apoyo del PRD ningún partido podrá, por sí mismo, alzarse con la victoria y gobernar con fuerza y legitimidad.

Hay una valiosa oportunidad para imprimir visión y valores del Sol Azteca a la política social, en equidad de género, no discriminación, combate a la corrupción, generación de empleos, combate a la pobreza y ampliación de derechos políticos y sociales, como parte de la agenda de gobierno y parlamentaria.

Tenemos que ir a la coalición con la claridad de que nuestro partido será cogobernante y deberá acceder a 50 por ciento de los espacios de decisión. No somos un partido de relleno ni para completar votos.

Generar una coalición de gobierno es vital para la democracia: brinda certeza de que se concretará el plan de gobierno acordado, la plataforma mayoritaria por la que votaron los electores.

Debemos, entonces, construir 3 coaliciones, cada una unida a la otra e indispensables todas: la electoral, la de gobierno y la parlamentaria.

Digamos sí a la coalición con esas premisas. Nunca, como ahora, el PRD tiene la capacidad y la responsabilidad de inclinar la balanza del resultado electoral.

Hagámoslo bien, pensando en que de esa decisión depende no sólo el futuro del PRD sino el futuro de nuestro país. Y una vez tomada la decisión, defendámosla de la denostación que habrá de venir por parte de quienes desde el purismo ideológico, convertido en una especie de policía de la conciencia, asumen que todo lo que piensa diferente es corrupto e inadmisible.