
Los gentris
CHIMALHUACÁN, Edomex., 2 de septiembre de 2025.- La reciente donación del Hospital General Chimalhuacán San Agustín al IMSS-Bienestar, aprobada por la Comisión de Patrimonio Estatal y Municipal del Congreso del Estado de México, ha sido recibida con mezcla de optimismo y escepticismo.
La iniciativa, impulsada por la gobernadora Delfina Gómez Álvarez y avalada por legisladores de Morena, se presenta como un paso hacia la mejora de la atención médica gratuita para personas sin seguridad social.
El inmueble, que pertenece al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) y cuenta con dos mil 435 metros cuadrados, se encuentra en la Villa San Agustín Atlapulco, Chimalhuacán.
Según la diputada Angélica Pérez Cerón, la transferencia refuerza la certeza jurídica y contribuye a corregir deficiencias del sistema de salud. Sin embargo, analistas y sectores críticos advierten que la medida podría tener un trasfondo político: Morena fortalece su presencia en la región y genera visibilidad mediática, mientras que la población todavía enfrenta problemas estructurales graves, como falta de personal médico, insumos y mantenimiento de instalaciones.
El diputado Esteban Juárez Hernández, de Morena, agradeció a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo por su respaldo, pero expertos señalan que el éxito de la donación dependerá de la ejecución real de los servicios, y no solo del acto administrativo. Sin inversión suficiente, advierten, la promesa de atención gratuita podría quedar en el papel.
El dictamen establece que el uso original del hospital no puede modificarse, y de hacerlo, el inmueble volverá al patrimonio estatal. Aun así, críticos cuestionan si la medida es suficiente para resolver los problemas crónicos de salud en Chimalhuacán, donde la demanda de servicios supera la capacidad existente y la población sigue enfrentando largas esperas y limitaciones de acceso.
En resumen, la donación es presentada como un logro político y social, pero expertos y ciudadanos insisten en que la verdadera prueba será la calidad y cobertura del servicio que finalmente reciban los mexiquenses.