
Gas Bienestar: de la llama social al fuego cruzado
En los últimos meses, Ecatepec ha sido escenario de una serie de hechos violentos que han encendido las alarmas en toda la región. Asesinatos, hallazgos de cuerpos desmembrados y señales evidentes de tortura se han vuelto parte del panorama cotidiano de este municipio, convirtiéndose en una dolorosa constante que no puede ni debe ser ignorada.
Ecatepec sufre en sangre. Cada crimen es una herida abierta para la comunidad, un reflejo de la descomposición social y del abandono institucional. La violencia no sólo se vive en cifras; se respira en las calles, en las colonias, en el miedo de sus habitantes. En este contexto, es inaceptable que la seguridad pública siga siendo manejada con improvisación o con fines políticos.
El tema de la seguridad debe colocarse como una de las prioridades más urgentes del gobierno municipal. No se trata únicamente de patrullas o rondines simbólicos, se trata de implementar estrategias integrales de prevención, con personal capacitado, con conocimiento, experiencia y compromiso. Se requiere reconstruir el tejido social, fortalecer la cultura de la denuncia y recuperar la confianza ciudadana.
El municipio no puede seguir en manos de la impunidad. Ecatepec necesita autoridades que enfrenten el problema con seriedad y voluntad, no con discursos vacíos. Hoy más que nunca se requiere acción, inteligencia y sensibilidad. La vida de miles de familias está en juego.
Ecatepec no merece ser un municipio sin ley. Merece justicia, seguridad y un futuro en paz