
El reverso de la moneda
Durante muchos años, el deporte en Ecatepec fue un elemento clave en la vida comunitaria del municipio. Existía un sentido de pertenencia, de identidad y de orgullo cuando nuestros jóvenes saltaban a la cancha representando con pasión a su comunidad. Tuvimos un estadio funcional, equipos organizados y hasta un conjunto de tercera división profesional que encendía el entusiasmo de niños, jóvenes y adultos. Era común ver a familias completas reunidas en torno al fútbol, al boxeo o al atletismo, impulsando con aplausos y apoyo a quienes llevaban el nombre de Ecatepec en el corazón.
Hoy, tristemente, esa imagen parece parte del pasado. El deporte en el municipio ha decaído de manera alarmante. Las instalaciones están abandonadas o en mal estado, no existen equipos representativos con presencia real, y las actividades deportivas comunitarias se han reducido a su mínima expresión. Lo que antes era una vía de integración social, prevención del delito y desarrollo de talento, hoy parece haber sido relegado a una lista de pendientes que no se atiende.
Este deterioro no es un simple tema de nostalgia. El abandono del deporte es también el abandono de una de las herramientas más efectivas para formar mejores ciudadanos, alejarlos de la violencia, promover la salud y fortalecer el tejido social. No se puede aspirar a un mejor Ecatepec si no se invierte también en lo que forma a su gente desde la infancia y la juventud.
Por ello, exhorto respetuosamente al Gobierno Municipal de Ecatepec y en particular a la Dirección del Deporte, a que se tomen cartas en el asunto. Se necesita una estrategia seria, con recursos, voluntad política y visión a largo plazo, que devuelva al deporte el lugar que merece. Se trata de rehabilitar canchas, promover torneos, formar equipos y sobre todo, brindar oportunidades reales a las nuevas generaciones.
Ecatepec tiene talento. Tiene jóvenes con hambre de triunfar y comunidades enteras que aún sueñan con ver a sus hijos destacar. Lo que falta es decisión institucional. Si queremos un municipio con menos violencia, con mayor unión y con más esperanza, el deporte debe ser una prioridad, no una ocurrencia.
La pelota está en la cancha del gobierno municipal. Y ya es hora de que empiecen a jugar.