
Cuando Hulk Hogan visitó Toreo de Cuatro Caminos
En cuestión de horas, el huracán Erick tocó tierra en las costas de Oaxaca con vientos sostenidos de hasta 200 km/h, rompiendo techos, arrastrando caminos y dejando comunidades enteras sumidas en el lodo y en silencio. La tormenta, que rápidamente se degradó al tocar tierra, no dejó de sembrar daño en su ruta: postes caídos, cosechas perdidas, y una red de salud colapsada en regiones ya afectadas por la pobreza y la inequidad de las costas de Oaxaca.
Fue en ese contexto donde una brigada de emergencia de Medical IMPACT se movilizó hacia las zonas más afectadas, llevando atención multidisciplinaria de salud a las comunidades de El Tamal, El Potrero y El Ranchito en Pinotepa Nacional. Entre caminos cerrados, puentes caídos y comunidades reacias a recibir ayuda externa, la urgencia no daba tregua: niños y adultos con heridas ya infectadas, mujeres sin acceso a medicamentos básicos, adultos mayores sin posibilidad de evacuar. Lo que el viento no destruyó, lo terminó de fracturar la desigualdad y el olvido.
Entre los escombros, casas hundidas y animales de ganadería ahogados entre los caminos de lodo llegaron organizaciones de la sociedad civil en conjunto con autoridades locales y estatales de protección civil y el Ejercito Mexicano, entre ellas CADENA, Save The Children, Un Kilo de Ayuda, World Central Kitchen entre otras lideradas por la iniciativa Unidos X Ellxs de CENACED y el acompañamiento liderado por organizaciones locales como SOCPINDA, demostrando no solo una sólida articulación multidisciplinaria entre organizaciones de la sociedad civil sino también de las mismas autoridades, demostrando que estamos aprendiendo entre sectores a trabajar en equipo.
La situación que aún aqueja es la parcial desconexión de continuidad de servicios, una dolencia que suele aquejar la atención de los desastres naturales, no solo en México, en todo el mundo, donde los actores principales y entes financiadores pierden interés como la opinión pública tras el paso de unos cuantos días, no obstante, las familias que ya poco tenían, se encuentran sentados en un mar de necesidades que no son cubiertas por una foto, la continuidad es esencial para proteger la vida y garantías individuales de la persona.
El acecho de monstruos de la salud pública como la diabetes descontrolada sin acceso a medicamentos o seguimiento oportuno, la falta de luz eléctrica para la refrigeración de alimentos y el peligro de enfermedades diarreicas agudas o la aparición de brotes de dengue secundarios a las colectas de agua que elevan la mortalidad mucho por encima de lo que los propios destrozos de un huracán categoría 5 pueda ocasionar, esto es conocido como el desastre secundario y debe ser atendido cabalmente como al inicio, en carácter de urgencia, especialmente el acceso a agua potable como en la Comunidad el Ranchito y El Potrero.
Medical IMPACT continua desplegando equipos médicos y psicológicos, a las zonas más afectadas donde en la última intervención se brindaron 3120 sobres purificadores de agua, 241 medicamentos, 50 vacunas, 230 desparasitaciones y 432 personas atendidas gracias a Promotora Social México, Fundación Sanfer, Direct Relief, Fondo Unido México y Procter & Gamble, como lo seguiremos haciendo los siguientes meses, el compromiso con la gente debe permanecer y México no debe olvidar, que nuestras hermanas y hermanos de Oaxaca nos necesitan a todos, que urge recordarle amigo lector, cada vaso de agua potable es un regalo y una bendición, regalemos salud a nuestros connacionales, pues, no debemos esperar que el gobierno lo resuelva todo, un gobierno es reflejo de su pueblo, el ejemplo lo ponemos todas las mexicanas y mexicanos al levantarnos cada día y reaprender a corresponsabilizarnos de hacer de este un país mejor en cada paso que damos, más allá de cada queja que emitimos, como Roald Dahl dijo: “Tener poder no es tan importante como lo que decides hacer con él.”