Mueren 10 obreros tras explotar caldera de Aceros Simec, en Tlaxcala
TOLUCA Edomex., 18 de Septiembre 2024.- Es desalentador el curso que va tomando el país ante la indiferencia de muchos. La preocupación por lo que viene es sentimiento de una minoría. El aparato de propaganda del gobierno ha sido muy eficaz porque se procesa de manera sutil, sin que se advierta que lo es, a veces disfrazada de información, de inocente opinión o como una postura que normaliza la autocracia, hasta mentes lúcidas se suman a la sinrazón. La destrucción de la República y sus fundamentos son un hecho consumado con la aprobación y la promulgación de la reforma judicial.
En algunos existe la esperanza de que el cambio de gobierno podrá corregir muchas de las inercias perniciosas del pasado gobierno, en especial los excesos y desbordes de intolerancia. Hay ánimo en el voto de confianza y la idea de que lo peor está por concluir. Ojalá y fuera cierto, pero nada hay que abone a ello. Existe, incluso, quien quiera ver en la facultad reglamentaria del Congreso una eventual corrección mayor a la reforma judicial, como si fuera jurídicamente posible. Catastrofistas, suele ser el señalamiento al realismo de hoy día. Claro, el país sigue y mucho será interiorizado como normal, pero no va por buen curso, el deterioro de la democracia y las libertades será el producto de la complacencia.
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