La Política Mexiquense
En “Los Pinos” no hay gobernadores en el escenario de sucesión presidencial
Son cinco secretarios quienes tienen permiso para moverse rumbo al 2018
Chong, De la Madrid, Nuño, Narro y Meade
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No habrá unidad en PRI Metepec para que se quede David López tres años más. González Yáñez, por PT-Morena
En Presidencia de la República están definidos los personajes que tienen el visto bueno de su jefe para moverse con libertad pensando en la candidatura del 2018, entre los que no destaca algún gobernador, ni siquiera Eruviel Ávila Villegas, del Estado de México, quien dejará el cargo el 15 de septiembre, quizá con tranquilidad, pero sin demasiadas expectativas.
Los secretarios que tienen permiso para buscar la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) son Miguel Ángel Osorio Chong, de Gobernación (Segob); Enrique Octavio de la Madrid Cordero, de Turismo; Aurelio Nuño Mayer, de Educación Pública (SEP); José Narro Robles, de Salud y José Antonio Meade Kuribreña, de Relaciones Exteriores (SRE).
Por eso los movimientos de los funcionarios federales referidos incrementarán en los próximos meses, aunque algunos de ellos ya lo hicieron. Es evidente su penetración en medios de comunicación, además se dejan ver sin recato en reuniones con priístas del país y personajes de la sociedad civil, cuyos encuentros en apariencia no tienen relación con los rubros que representan en el gabinete.
Osorio Chong, quien fue gobernador de Hidalgo, es un personaje que en todo momento ha sido considerado presidenciable, además quien puntea en diferentes encuestas; sin embargo, en “Los Pinos” se tiene clara la idea de que debe salir de gobernación para consolidarse en la sociedad y abrirse a otros sectores, quizá desde Desarrollo Social.
Pero la salida de Chong tendría que darse en la coyuntura que más se acomode al escenario, en primer lugar porque el sustituto tendría que ser un perfil que no participe en la puja por la candidatura presidencial pero que además no genere desequilibrios ni en el gabinete ni al exterior del gobierno federal.
Enrique de la Madrid es un perfil con estirpe, que podría unir a grupos de antaño y priístas que no tuvieron relación alguna con su papá, el ex presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, pero hay voces a favor y en contra en torno a lo que significaría llevar a las urnas al hijo de un ex mandatario insertado en la corriente de quienes son considerados miembros del viejo PRI.
Meade y Narro son dos personajes que cuentan con elementos y simpatías de grupos sociopolíticos que no están y tampoco estarían del lado del PRI o con los anteriormente mencionados.
Tales consideraciones son un capital adicional que aportarían a la maquinaria priista, el primero referido significaría además un elemento de certidumbre para los dueños del dinero y tendría la simpatía de panistas, en tanto que el ex Rector de la UNAM atrae a intelectuales, gente de izquierda que poco a poco ve difícil la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, así como el voto universitario.