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CALIMAYA, Edomex., 17 de enero de 2018.- Juan Carlos Toledo Torres es profesor de la Escuela “Emiliano Zapata” en el fraccionamiento Valle del Nevado, en Calimaya y, aunque en su centro de trabajo no cuente con los materiales suficientes mínimos para su tarea, continuará junto a sus compañeros con su labor de docente en un edificio en obra negra con la intención de aleccionar a los 130 estudiantes que diariamente asisten.
La herrería y algunos vidrios han sido aportación de los vecinos, además de la compra de puertas y pizarrones, resultado de varias colectas realizadas, detalló en entrevista. Estos han sido producto del esfuerzo realizado por los padres de familia, quienes apoyan con la intención de garantizar la educación de sus hijos.
El portón de la fachada principal de la escuela da muestras de aparentemente uso y corrosión consecuencia del óxido, el cual también fue donado por padres de familia aproximadamente hace dos semanas a la redacción de esta nota.
Las condiciones, el frío y el gris aspecto de esta escuela no son impedimento para que se interrumpan las clases. «Nosotros seguimos realizando nuestro trabajo, nuestras actividades, desarrollando los programas como debe de ser», aseguró Juan Carlos, quien espera mejoren las instalaciones en aras de brindar un mejor servicio.
A pesar de que los salones necesitan piso y las áreas verdes requieren ser emparejadas y sanadas, el profesor indicó una problemática de suma urgencia: el uso de sanitarios. «No hay puertas, no hay ventanas, no hay depósitos de agua, hay que echarles con cubeta», lamentó en entrevista.
Ante esta situación, optaron porque los niños acudan al sanitario en parejas para que se cuiden uno al otro, ya que hay puertas improvisadas con cortinas de plástico que intentan brindar una capa de seguridad.
Los padres al pie del cañón
Desde el sismo del pasado 19 de septiembre, los estudiantes tuvieron que acudir a esta escuela en obra negra, confirmó Belinda López, madre de dos estudiantes, quien destacó que con ayuda de más padres de familia y una mínima parte del municipio, han podido poco a poco ir levantando estos cimientos.
El temor de la madre es constante ya que considera que la escuela no es segura porque la altura de las bardas es corta, aunado a un zaguán que no es tan sólido, los estudiantes podrían ser víctimas de la comisión de un delito en horario de clases.
El sueño en el que las hijas de Belinda continúen sus estudios no se detiene aunque se vea gris y pantanoso por esta obra inconclusa, pero la madre confía en que podrán salir adelante en estas condiciones. «Yo siento feo ver a mis hijas entrar a una escuela así, pero digo, pues poco a poco como levantamos la primaria, vamos a levantar la secundaria», expresó.
El municipio maniatado
La escuela no puede ser tomada por el ayuntamiento de Calimaya, ya que el edificio de dos pisos no ha sido municipalizado al formar parte del conjunto habitacional “Valle del Nevado” que pertenece a la empresa Homex, la cual refirieren vecinos, dejó la construcción a medio terminar y los abandonó.
En un recorrido realizado por Quadratín Estado de México se pudo constatar que el inmueble cuenta con instalaciones eléctricas inacabadas, pintas y grafitis, consecuencia del vandalismo en la zona. El edificio de dos plantas cuenta únicamente con tres salones medianamente operables, en los que hay bancas, pizarrones, puertas de aluminio y ventanas que refirieron fueron donadas.
Los 130 estudiantes de la institución toman clase en los tres citados espacios. El profesor Juan Carlos aseguró es una tarea complicada porque están al máximo de capacidad. En esta tónica, agradeció el avance que hay porque anteriormente los alumnos tenían que llevarse las bancas a casa, ya que pudieron haber sido robadas ante la falta de ventanas y puertas; además, comentó que ya no son víctimas del frío derivado de la ausencia de los vidrios.
La zona es considerada peligrosa y de alta incidencia delictiva, pero los padres y profesores poco a poco continúan con el andar académico de la escuela Emiliano Zapata.
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