Tren Interurbano eleva 20% la demanda de vivienda en Valle de Toluca
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de abril de 2018.- Si bien a partir de 2012 hay una tendencia a la baja en las tasas de evasión fiscal, en 2016 todavía representó 510 mil millones de pesos, lo que equivale al 2.6 por ciento total del Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo con el estudio Evasión Global de Impuestos 2017, presentado por la Universidad de Las Américas Puebla (UDLAP), factores negativos como informalidad o el robo de combustible frenan la recaudación de impuestos en el país.
El estudio presentado por el rector de la institución, Luis Ernesto Derbez, por encargo del Servicio de Administración Tributaria (SAT), detalla que de 2005 a 2016 la evasión total disminuyó de 41.9 a 16.1 por ciento, siendo el ISR de donde proviene la mayor erosión con 295 mil 797 millones de pesos (49.4 por ciento), seguida del IVA con 188 mil 589 millones (33.6 por ciento), IEPS con 20 mil millones (14.7 por ciento) e IGIE con poco más de cinco mil millones de pesos (10.9 por ciento).
Para el caso de ISR, los montos de evasión más altos se dan en el rubro de personas físicas bajo el régimen de sueldos y salarios, así como personas morales, sin embargo, las tasas de evasión más altas dentro de este impuesto son las de ingresos por arrendamiento, aunque en términos de montos son muy bajas en comparación con el total.
En relación con el IVA, la tasa de evasión en 2016 fue la menor al llegar al 16.4 por ciento, lo que representa el 0.9 por ciento del PIB, mientras que el IEPS, los resultados muestran que la tasa de evasión global en este impuesto es de 4.7 por ciento.
Al desglosar al IEPS entre los productos analizados, la tasa de evasión en gasolinas y diésel para 2016 es de 2.2 por ciento, mientas que, en el resto de los productos no petroleros, la tasa de evasión más alta está en plaguicidas (26.8 por ciento), siendo la más baja bebidas alcohólicas menores a 14 grados (4.8 por ciento).
Los resultados obtenidos para IVA e ISR fueron actualizados del estudio elaborado por la UDLAP durante 2016, donde se puede apreciar una tendencia a la baja en las tasas de evasión para estos dos impuestos, derivado principalmente de la Reforma Fiscal de 2014.
Además, los mayores niveles de evasión para estos últimos dos impuestos se presentan durante la crisis financiera que estalló en 2008, con efectos que se prolongaron hasta 2011.