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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de febrero de 2017.- Cargando cuadros con la imagen de la Virgen, arrodillados, con lágrimas para demostrar su devoción, concluyeron los feligreses la tradicional peregrinación anual de Toluca a la Basílica de Guadalupe.
Los rostros evidenciaban el andar de los tres días; sin embargo, la fe era más fuerte que el cansancio de niños, mujeres, hombres y personas de la tercera edad que hacían su último esfuerzo para llegar al templo católico.
Esta mañana, más de 25 mil devotos arribaron al atrio de la capilla, unos aprovecharon para descansar en sus casas improvisadas después de la larga jornada iniciada la mañana del lunes en la capital del Estado de México.
Esta expresión de adoración es una de las más importantes de Latinoamérica, que reúne a cientos de familias de varios municipios, sobre todo el Valle de Toluca, desde hace ya casi ocho décadas.
Escuchando misa, rezando y dando gracias a la morenita del Tepeyac, los visitantes aprovecharon las últimas horas para cargar energías con la promesa que el próximo año volverán a regresar.
Se contempla que durante la mañana del jueves se celebre una Eucaristía con la asistencia del obispo de Toluca, Francisco Chavolla Ramos, para concluir con la manda de este año de miles de peregrinos mexiquenses.
El operativo de seguridad se intensificó en las últimas horas por elementos de la policía capitalina y emergencia para garantizar la integridad de los peregrinos, hasta el momento se reporta saldo blanco.
Paramédicos han brindado atención médica a cientos de personas al sufrir deshidratación, agotamiento, entre otros padecimientos propios de la distancia recorrida para demostrar la fe a la virgen.