
Asesinan a chofer de pipa de gas en carretera hacia Coyotepec
El barroco como el testamento de apertura para corrientes venideras. Segunda parte
En la parte anterior, situábamos las palabras Lezama Lima, subrayando al gongorismo como signo americano, por buscar la innovación y la rebelión desafiante de los extremos. Sobre esto, Guerrero continua asintiendo entonces que el gongorismo en América es una práctica extrema de lo extremo, un afán de transgresión, ruptura y novedad (24).
Así, Góngora ha sido un refugio del localismo y del centralismo para el marginado. En el plano de América Latina, como Guerrero lo traza, ha sido Alfonso Reyes mediante su lógica de identidad, el que “descubre la vocación moderna de su identidad barroca y hace suya una hoja de ruta en la que el adamismo, la sensualidad y la fuerza transgresiva del verso de Góngora apuntan hacia un horizonte inédito” (22). Todos loa autores concuerdan en la capacidad que ha tenido el barroquismo de ampliar espacios literarios, y aunque algunos traten de negarlo, o como Gerardo Diego: “Cantando la hermosa libertad de la poesía, la poesía por la poesía y no la poesía por y para esto o lo otro..” (289) tratar de despolitizar al género, lo cual sería sensato, no podemos olvidar que todos estos autores han sido políticamente activos, quizás por necesidad o interés pero activos, por lo que no se puede colocar al género como un sistema para sí mismo, ha sido de cierta manera un arte de contrarreforma, conflictivo en el mejor de los sentidos desde sus orígenes.
En este punto, no se trata de aseverar si cada autor cumple con ser transgresor o no, o si esto tiene algo que ver con el mismo Góngora, lo sustancial de estas nominaciones es observar como la fuerza de la novedad en el trabajo gongorino ha impulsado a todos estos creadores a espacios nuevos, a hablar con nuevas voces, que bien no tienen que ser alineadas, ni claras, ni especificas es como si la poética de Góngora les dijera: “puedes ser” a todos los lectores a los que llega. Nuestro interés es el la práctica retórica del cómo, cómo lo dijo es lo que debemos divisar con suma importancia, y así notar que desde su sistema particular, partieron todas las demás singularidades, volvamos a él:
El juicio, al de todos, indeciso
del concurso ligero,
el padrino con tres de limpio acero
cuchillos corvos absolvello quiso.
Solicita Junón, Amor no omiso,
al son de otra zampoña, que conduce
Ninfas bellas y Sátiros lascivos,
los desposados a su casa vuelven
que corona luce
de estrellas fijas, de Astros fugitivos,
que en sonoroso humo se resuelven.
Llegó todo en su lugar, y despedido,
casta Venus, que el lecho ha prevenido
de las plumas baten más suaves
en su volante carro blancas aves,
los novios entra en dura no estacada:
que, siendo Amor una Deidad alada,
bien previno la hija de la espuma
a batallas de amor campo de pluma.
1070-1090 Soledad primera.
En el siguiente tramo veremos las particularidades de estos versos por parte de la Dra. Mercedes Blanco.
X (noloig33)
Góngora, Luis, Soledades, Edición de Beverly John (2024) 1a edición 1979. CATEDRA. Madrid
Guerrero, Gustavo. (2012) Barrocos, neobarrocos y neobarrosos: extremosidad y Extremo Occidente En: REVISTA CRITICA LITERARIA LATINOAMERICANA N° 38. pp. 19-32.
Lezama Lima, José (1993). La expresión americana. Edición de Teresa Blanco. La Habana: Letras Cubanas.